Barreiro alerta de que aplicar el modelo de financiación catalán en todas las autonomías "acabará rompiendo el sistema"

Actualizado: domingo, 19 febrero 2006 19:06

Discute la constitucionalidad del término 'nación' en la reforma del Estatuto y considera que la decisión compete al TC

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente del PPdeG y portavoz parlamentario, Xosé Manuel Barreiro, rechazó hoy el modelo de financiación pactado entre el Gobierno central y los partidos catalanes ya que, de aplicar fórmulas bilaterales en las 17 comunidades autónomas, el sistema "acabará rompiendo".

En una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, Barreiro aseguró que con este tipo de planteamientos "el reparto no da para todos" y empleó la comparación "con una tarta" para ejemplificar la imposibilidad de consentir las negociaciones a dos bandas. "Si todos sacamos trozos, la tarta desaparece antes de que entremos a participar en el reparto", alertó.

En consecuencia, consideró "fundamental" que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) sea el foro que acoja el debate y aseguró que los populares "no están tanto en contra" del Estatuto catalán, sino "a favor" de la defensa del modelo que propugna el "principio de solidaridad".

Al respecto, el número dos del PPdeG aseguró que la negociación entre CiU y el Ejecutivo central ha puesto en riesgo la continuidad de este sistema y añadió que, de desaparecer la cohesión interterritorial, "se rompen las reglas de juego".

Además, denunció que, en el caso de Galicia, la situación "es peor", puesto que al figurar entre las comunidades más empobrecidas del Estado, la merma desde el punto de vista financiero incidiría en la calidad de los servicios. Por ello, reivindicó el principio de solidaridad como "un marco en el que todos los españoles están de acuerdo en participar, recogido en la Constitución", y que, según él, "ya se ha roto, simplemente, por una negociación bilateral".

El vicepresidente del PP gallego defendió la campaña de recogida de firmas promovida por la dirección de su partido ya que, según él, se trata de manifestar el desacuerdo de la sociedad ante la reforma planteada por Cataluña. "Pensamos que la opinión de los españoles va en nuestra dirección", declaró, tras lo que se preguntó "dónde está el riesgo en consultarlo".

GALLEGUISMO DEL PPdeG

No obstante, rechazó que esta iniciativa auspiciada por Génova suponga una merma en la autonomía de la formación en la comunidad o en su galleguismo, ya que el proyecto "sólido y consolidado" del partido a nivel nacional es "perfectamente compatible con la defensa de las señas de identidad que se puedan tener desde una nacionalidad histórica como Galicia".

En este sentido, consideró que "no es necesario militar en un partido nacionalista para estar comprometido" con estas señas y reivindicó los "grandes méritos" al respecto del ex titular de la Xunta y presidente fundador del PPdeG, Manuel Fraga. "Nadie le discute al PP ese compromiso con lo que significa Galicia como comunidad histórica", sentenció.

Por ello, recalcó que su partido está dispuesto a mejorar el autogobierno de la comunidad "mañana mismo" vía reforma estatutaria y recordó que el PPdeG "fue el único" que hasta ahora ha presentado una propuesta metodológica para afrontar el proceso.

REPETIR EL DEBATE CATALÁN

Barreiro advirtió de que "sería muy malo" para la comunidad que el debate generase "tanto malestar como el Cataluña" y, en consecuencia, reclamó "esfuerzo" a los partidos para llegar a un acuerdo en el marco de la Constitución. "Un marco en el que parece que, al menos, algunos coincidimos, el marco de juego, el ámbito en el que podemos participar", añadió.

En consecuencia, insistió en su voluntad por discutir "todo lo que tenga cabida en el marco constitucional" y, al respecto, consideró que la inclusión del término 'nación' que propugna el BNG --uno de los socios del bipartito-- es "muy discutible". "No creemos en la España de las naciones, creemos en una España en la que hay una serie de nacionalidades recogidas en la Constitución", explicó.

A su juicio, este marco es el "válido para avanzar en el autogobierno dentro de esos límites" y, por ello, rechazó emplear la reforma estatutaria como "vía encubierta" de revisión de la Carta Magna --"a eso sí que no estaríamos dispuestos", declaró--, si bien concluyó que "no tendría mucho sentido" que los partidos afronten este debate, puesto que el que tiene la última palabra es el Tribunal Constucional.