Los tres partidos coinciden en plantear sus propios pactos para frenar los incendios pero sin aceptar el de sus adversarios
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La reforma del Estatuto centró hoy buena parte del Debate sobre el Estado de la Autonomía y desveló una nueva estrategia en este terreno del PP, que intentó un acercamiento a las posturas del BNG, mientras el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, insistía en la necesidad de llegar a "un gran pacto" entre las tres fuerzas políticas para evitar que la revisión se "retarde".
La táctica del líder del PP --partido imprescindible para aprobar la reforma del Estatuto-- se basó en pretender un acercamiento al BNG para intentar proyectar la imagen de un PSdeG aislado de sus socios de Gobierno. Además de piropos a Quintana, al que llegó a felicitar por haber hecho un discurso "mejor" que el de Touriño, Alberto Núñez Feijóo estimó que es más fácil llegar a un acuerdo con el dirigente nacionalista en la revisión estatutaria porque "él habla y el presidente no".
Pese a que Touriño reiteró en sus diversas intervenciones la necesidad de que los tres partidos con representación parlamentaria "limen asperezas" para pactar "un estatuto de encuentro" y le exigió explícitamente a Feijóo que "se defina" ante sus propuestas, el dirigente popular se decantó por aceptar el trato ofrecido en esta materia por Quintana.
El líder nacionalista propuso una fórmula similar al Estatut catalám al incluir en el preámbulo del nuevo Estatuto el término "nación", en virtud de la "tradición galleguista y del Parlamento", y el "carácter nacional" que recoge el artículo 2 de la Constitución. No obstante, Quintana aseguró que su propuesta "ni es inamovible, ni es innegociable" y se mostró dispuesto a "ceder".
La respuesta de Feijóo fue que el PPdeG apoyará esta fórmula para el preámbulo, si el BNG "está en la Constitución" y el Tribunal Constitucional determina la legalidad del texto catalán. "Si dice que cumple la Constitución, no tengo nada más que decir", prometió al pronosticar que populares y nacionalistas "podrán entenderse".
Pese a esta coyuntura, en su turno de cierre del debate de política general, el presidente de la Xunta no aludió ni a la proposición de su vicepresidente ni a los 'flirteos' de Feijóo con los nacionalistas. No obstante, Touriño apostó por que el nuevo texto exprese el "carácter nacional" de Galicia bajo "una fórmula de consenso" y que "garantice que los gallegos y Galicia no pierden estatus en relación a las demás comunidades autónomas".
Para el máximo dirigente gallego, los trabajos de revisión estatutaria "van más lentos de lo deseable", ante lo cual alertó de que Galicia "no puede permanecer muda ni callada" en el proceso de reforma del modelo territorial del Estado. Por ello, reclamó a las fuerzas políticas la "generosidad" necesaria para "encontrar un común denominador" que dote al nuevo texto de la "solidez" que otorga el consenso.
PACTOS
Este fue el debate de política general de los pactos. Así, el jefe del Ejecutivo gallego propuso a la oposición dos acuerdos más en defensa del monte y contra los incendios forestales porque "Galicia no está condenada a quemarse cada verano" y un tercero por el territorio y el urbanismo para "ordenar este país desequilibrado".
Además del acuerdo para aprobar el Estatuto antes de que finalice el año, Quintana también puso encima de la tribuna "un gran pacto nacional" en contra de los incendios para hacer "borrón y cuenta nueva" respecto a la ola de fuegos de agosto.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo también se apuntó a la moda de proponer tratos a sus adversarios políticos y apostó por un pacto forestal, aunque en medio de duras críticas por la gestión de la crisis incendiaria que, en su opinión, "acabó con el crédito" de Touriño.
Ninguno de los tres líderes políticos llegó a aceptar explícitamente los pactos en materia forestal propuestos por sus adversarios. Por ello, Touriño proclamó que "finalizó el tiempo de discordias y es necesario ponerse a trabajar" y advirtió al PPdeG de que el lugar adecuado es la comisión de estudio de los incendios abierta en el Parlamento, en el seno de la cual ofreció "investigación sin límites" al grupo de la oposición.
Mientras Quintana reconoció "errores" en la gestión de la ola de incendios que calcinó casi 78.000 hectáreas en la primera quincena de agosto, Núñez Feijóo volvió a reclamar una comisión de investigación y que el equipo de Medio Rural sea cesado.
ANUNCIOS
En su estreno como presidente del Ejecutivo gallego en el debate de política general, Touriño realizó anuncios importantes como que los contribuyentes gallegos se beneficiarán desde el próximo año de una rebaja del IRPF superior al 5,5% porque en Galicia también se adoptará una reducción impositiva "complementaria" a la estatal. Esta medida supondrá un coste global a las arcas estatal y autonómica de 110 millones de euros, de forma que la Xunta dejará de ingresar 36 millones.
Además, se implantará en el IRPF una deducción en la cuenta íntegra de 300 euros para quienes inicien una actividad económica y los menores de 35 años de edad que quieran adquirir una primera vivienda se beneficiarán de una rebaja del 95% del impuesto de sucesiones y donaciones para cantidades no superiores a 30.000 euros. Precisamente, la política económica fue uno de los principales ejes de la intervención de Touriño, quien formuló como objetivo crear más de 35.000 nuevos empleos el próximo año.
En cualquier caso, otro de los anuncios destacados fue que la Xunta invertirá 330 millones de euros en los próximos dos años para licitar 22 nuevas estaciones de depuración de las aguas de las rías. Asimismo, insistió en que el Gobierno va a "intensificar" la inspección de las instalaciones potencialmente peligrosas y endurecerá las sanciones para evitar que se repitan episodios como la contaminación del río Umia provocada por el incendio en la química Brenntag, en Caldas de Reis (Pontevedra).
