SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno central continúa con el reparto de mascarillas en entidades benéficas, centros de mayores y el tejido social de la comunidad, según ha destacado este miércoles el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada.
De este modo, en los dos primeros días de la semana, se han distribuido mascarillas en 260 puntos de la geografía gallega, con el objetivo de llegar a los trabajadores que retomaban su actividad tras la hibernación y se desplazaban en transporte público.
El delegado ha explicado que esta actuación responde a la voluntad del Gobierno de continuar con el impulso de la cultura de autoprotección. Para ello, han establecido contactos con entidades benéficas, centros de mayores y asociaciones del tejido social de la Comunidad con el objetivo de dar respuesta a sus necesidades.
De este modo, desde este miércoles, ha comenzado la entrega de mascarillas en estas entidades para aumentar la protección ya no solo en los desplazamientos, sino también en el desarrollo de las actividades.
AGRADECE EL ESFUERZO DE LA POLICÍA
En el comunicado remitido a los medios, Javier Losada ha agradecido el esfuerzo de la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Policía Local y las agrupaciones de Protección Civil de los ayuntamientos gallegos, que han hecho posible llegar a buena parte de los ciudadanos que trabajan en
sectores esenciales.
Asimismo, ha señalado que la entrega de las 602.000 mascarillas se ha llevado a cabo sin aglomeraciones ni problemas de distribución. Un hecho que ha vinculado a la colaboración entre administraciones y a la responsabilidad cívica.
En concreto, la Delegación del Gobierno ya ha repartido, en esta entrega, 250.000 mascarillas en la provincia de A Coruña, 210.000 en la de Pontevedra, 74.000 en la de Lugo y 68.000 en la de Ourense.
USO "RECOMENDABLE"
El delegado del Gobierno ha recordado, como en días anteriores, que el uso de mascarillas "no es obligatorio, pero sí recomendable" y ha reflexionado, además, sobre la importancia de proteger también a quienes están obligados a continuar en la calle para luchar contra el virus como el personal sanitario, las fuerzas de seguridad o los trabajadores de servicios esenciales como la alimentación.
