Esculturas Mestro Mateo
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 26 febrero 2018 18:13

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Las esculturas de Abraham e Isaac que realizó el Maestro Mateo para la fachada del Pórtico de la Gloria en el siglo XII tendrán que abandonar, si nada lo impide, el Pazo de Xelmírez, integrado en la Catedral de Santiago de la que un día formaron parte, y volver con la familia Franco.

   Así lo marca la finalización de la exposición sobre la obra del Maestro Mateo en la que, desde el verano pasado, están incluidas estas dos esculturas, en poder de los Franco, y el hecho de que no se hayan pedido medidas cautelares para intentar que permanezcan en un espacio público hasta que se dirima la demanda sobre su propiedad interpuesta por el Ayuntamiento de Santiago.

   Aunque la finalización de esta exposición estaba fijada para el día 23, los organizadores decidieron en el último momento incrementar en dos jornadas la posibilidad de ver estas piezas, junto a otros trabajos del Maestro Mateo. Llegado este lunes, no obstante, la exposición ha concluido y, con ella, la cesión temporal para su exposición de estas dos figuras, por lo que, si nada lo impide, su devolución a manos de los Franco está próxima.

DEL CONDE DE XIMONDE AL AYUNTAMIENTO

   Estas dos enormes figuras pétreas, de 1,80 metros de altura e identificadas como los profetas Abraham e Isaac, pertenecían a la fachada original del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, realizado por el Maestro Mateo en torno al siglo XII.

   Las reformas de la fachada de la Catedral compostelana retiraron estas figuras --junto con otras-- en torno al siglo XVI y su pista se perdió hasta el año 1933, cuando fueron localizadas en el Pazo del Conde de Ximonde, en las proximidades de Santiago.

   Según consta en un documento encontrado por el Ayuntamiento de Santiago, el Conde de Ximonde vendió las dos piezas al Consistorio en el año 1948, por un montante de 60.000 euros y con la condición de que permaneciesen siempre bajo tutela municipal y expuestas al público.

   De hecho, fueron colocadas en la escalinata del Pazo de Raxoi hasta que en algún momento, hacia el año 1960, pasaron a manos de la familia Franco. La primera indicación de este cambio está en la exposición 'El Arte Románico', que en 1961 incluía las esculturas y las atribuía a la familia del dictador, ubicándolas en el Pazo de Meirás, desde donde, posteriormente, serían trasladadas al de Cornide.

   Sin embargo, no figuran en los archivos municipales ningún documento de cesión o venta de estas esculturas que, al mismo tiempo, contravendría las exigencias de la venta del Conde de Ximonde.

30 AÑOS DE RECLAMACIONES

   El ayuntamiento de Santiago inició ya en los años 80 un proceso de reclamación de estas piezas, para su reintegración en el Patrimonio Público, una actuación que se ha ido repitiendo periódicamente sin que hasta el momento se haya logrado esta devolución.

   La participación de las esculturas en la exposición que ahora finaliza, junto con la localización del documento oficial de venta y de sus condiciones, reactivó esta petición y ha llevado al Ayuntamiento de Santiago a interponer una demanda judicial contra la familia Franco para reclamar la propiedad de las piezas, un proceso que confían en que haya una sentencia dentro de este año.

   De forma paralela, y para garantizar tanto su conservación como que no puedan ser vendidas o sacadas al extranjero sin supervisión pública, la Xunta publicó en el mes de febrero el inicio del procedimiento para la declaración de las dos esculturas como Bien de Interés Cultural, una protección que se les ha aplicado ya de forma inmediata.

EL BNG RECLAMA MEDIDAS CAUTELARES

   Sin embargo, algunas voces consideran que estas medidas no son suficientes. Es el caso del BNG, que este lunes ha escenificado su protesta en un acto celebrado a las puertas del Pazo de Xelmírez, al que se han "encadenado" simbólicamente para reclamar que las dos esculturas no abandonen Compostela tras finalizar la exposición.

   El acto, bajo el lema 'Que nos devuelvan lo robado', ha contado con la presencia del diputado nacionalista Luís Bará, y de la vicepresidenta de la Diputación de A Coruña, Goretti Sanmartín, que han reclamado al Ayuntamiento de Santiago que pida "medidas cautelares" para evitar el traslado de estas piezas en tanto que no se resuelve su demanda contra los Franco por la propiedad de las mismas.

   Por el contrario, el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, se ha mantenido firme en su opción de descartar la petición de medidas cautelares para las estatuas, manteniendo el foco sobre el proceso que decidirá sobre su legítimo propietario.

   En declaraciones a los medios, Noriega ha recordado que el Ayuntamiento realizó las acciones necesarias interponiendo una demanda para "reclamar la propiedad de las estatuas". Sin embargo, el director de la asesoría jurídica municipal "entendió que no existían una mínimas garantías de éxito" de esas medidas cautelares, dado que los Franco, en los "más de 30 años" de demanda de devolución, nunca pusieron "ningún obstáculo para ceder las piezas" para exposiciones.

   "Según nos explicaron, las medidas cautelares, en caso de presentarse, tendría más sentido hacerlo en relación a la declaración como Bien de Interés Cultural", ha dicho Noriega, una competencia que corresponde a la Xunta.

   No obstante, el regidor ha querido "sacar del foco" esta cuestión, indicando que "lo importante" es tanto la demanda como el hecho de que la Xunta realizase el trámite de declaración BIC para su protección. "La batalla importante va a ser la que demos a lo largo de este año, en el que esperamos que tengamos una sentencia, al menos en primera instancia", ha dicho el regidor.