Rechaza que su designación como candidato a la Diputación de Lugo represente una "sentencia política" para Cacharro
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en el Parlamento de Galicia, Xosé Manuel Barreiro, aseguró hoy que la reforma del Estatuto gallego no es "una carrera a ver quién llega antes" y consideró negativo utilizar como "medida de presión" la fecha de fin de año para que el documento llegue al Congreso.
En declaraciones a la Cadena SER recogidas por Europa Press, Barreiro señaló que el actual Estatuto de Autonomía de Galicia "ha demostrado que es un buen marco de convivencia y un buen marco para el progreso" por lo que su reforma debe, a su juicio, "dar esa estabilidad necesaria otros 25 años".
Por eso, consideró "irrelevante" si se finaliza "un mes antes o después". Así, indicó que la "cuestión" radica en "que el marco constitucional se respete" y se alcance "el consenso" del texto vigente.
Además, ante los próximos comicios municipales, Barreiro manifestó que que "hay que aprender" a llevar al mismo tiempo "un debate muy importante y con proyección como el del Estatuto con otro más puntual como las elecciones", aunque no por eso, puntualizó, "tengan que solaparse".
En esta línea, señaló que "terminar" no debe ser "la variable fundamental" del debate, tal y como le sucede, según precisó, a "alguna fuerza política" que, recordó, "asegura que si no se termina en tal fecha es culpa del PP". Al respecto, afirmó que "no es cuestión de buenos ni malos, ni de terminar en tal o cuál fecha". "Hay que hacerlo con la mayor celeridad, pero también con la mayor responsabilidad", subrayó.
DIPUTACIÓN
Por otra parte, Barreiro se mostró "contento" por la "confianza" que el partido deposita en él al haberlo designado candidato a la presidencia de la Diputación de Lugo. De este modo, aseguró que "fuese quien fuese el candidato" el próximo responsable del ente provincial será "una persona del PP" porque está "convencido" de que su partido "seguirá siendo el mayoritario".
Sin embargo, negó que su elección sea una "sentencia política" para el actual mandatario del ente provincial, Francisco Cacharro, por la Operación Muralla, que investiga presuntas irregularidades. "No creo que haya que relacionar una cosa con otra", aseguró porque, añadió, "el partido funcionó con absoluta normalidad" ya que la decisión fue adoptada por los órganos correspondientes. "El resto son elucubraciones que alguien interesado tratará de hacer y para nada se corresponden con ningún tipo de realidad", explicó.
"La prueba de que hay normalidad es que se reúne el comité electoral, toma una decisión y todo el mundo de acuerdo", y eso es "el síntoma más claro de un funcionamiento normal de una organización política", aseveró. "Tenemos que habituarnos a contemplar este tipo de decisiones dentro de ese marco", concluyó Barreiro, quien, según recordó, "no tiene ningún tipo de incompatibilidad" de cargos mientras no sea elegido presidente.
BIPARTITO
Con respecto al Gobierno bipartido de la Xunta, Barreiro criticó la "competencia interna" entre las dos fuerzas políticas que están apoyando al Ejecutivo autonómico que, a su juicio, ha sido la "característica" que ha marcado el curso político, algo que "no es malo en la medida en que de esa competencia salga una acción de gobierno conjunta" pero, en este caso, destacó, "no se va a dar".
"Aquí cada uno va por su lado, están pendientes a ver quién aparece más en los medios de comunicación, se contraprograman, el presidente no coordina a los miembros del gobierno sino a la parte del PSdeG, ya que el BNG va por libre", lamentó.
En este sentido, afirmó que eso "se traduce" en que "no se mueve nada" como, aseguró, "se ve en el orden del día de los Consellos de la Xunta". El portavoz popular denuncio, al respecto, que el bipartito "estuvo parado prácticamente un año y ahora están sacando licitaciones que ya podían haber hecho al principio por que ya las había dejado preparadas el gobierno del PP".
Por ello, apuntó ejemplos como el Plan de Saneamiento o la depuradora de Vigo que, según indicó, " demuestran que éste ha sido un año perdido por razones de competencia interna". "Desgraciadamente, la impresión que uno tiene es que va a seguir así y eso acabará poniéndonos en una situación de desventaja", sentenció.
