SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijoó, resumió hoy en "división" y "decepción" el balance de los tres años después de la celebración de las elecciones autonómicas, en los que el Gobierno bipartito estuvo "lleno de achaques" y "no consiguió ilusionar" a los gallegos con "el cambio".
En declaraciones a Europa Press, Núñez Feijóo enumeró los "efectos" de esta situación, entre otros, "más listas de espera" que con el anterior Gobierno popular, "mayor atasco" en la Justicia, servicios sociales "ideologizados y controlados por el poder político" y "falta de control" en la contratación de personal en la Administración Pública.
También diagnosticó "discusiones estériles" entre los socios de la Xunta a lo largo de estos tres años, como sobre el huso horario gallego o sobre si la comunidad debe denominarse 'Galicia' o 'Galiza'. Además de estas "polémicas innecesarias", el líder de la oposición alertó de "muchas sombras" en la gestión del bipartito y, a modo de ejemplo, se refirió a la adjudicación de las obras de la Autovía de O Barbanza o al caso de la supuesta agente electoral del PSdeG.
Para completar el balance de los tres años de Gobierno bipartito, Feijóo denunció la "manipulación como nunca en la historia" de la Televisión de Galicia (TVG) y que aún no existan garantías sobre la limpieza del voto emigrante. A su entender, se trata de dos asuntos "muy clarificadores" de que socialistas y nacionalistas "engañaron" a su electorado.
En este sentido, tras referirse a PSdeG y BNG como "dos partidos que se necesitan a sí mismos", aseguró que ninguno de sus dirigentes, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el vicepresidente gallego, Anxo Quintana, respectivamente, serían "nada" el uno sin el otro. "No serían nada en Galicia si no fuese por su apoyo interesado mutuo", resolvió.
Los "tics antidemocráticos" también caracterizan a la actual Xunta, según Feijóo. "Cada vez que ha habido un problema en Galicia ha sido culpa del PP", ironizó y, como prueba, se refirió a los incendios del verano de 2006, a la sanidad o a la crisis del sector pesquero. "Galicia se merece un gobierno más eficiente en esta situación de incertidumbre", concluyó.
Sobre su labor como oposición, presumió de haber "contraído" la tendencia a la baja del partido en los últimos comicios --municipales y generales--, que, recordó, "siempre" ganó el Partido Popular. También reivindicó la "unidad" y "cohesión" de los populares gallegos, pese a que "algunos" pronosticaron lo contrario cuando el ex presidente de la Xunta Manuel Fraga no revalidó la mayoría absoluta en las elecciones de 2005.
Asimismo, destacó que la oposición del PP ha presentado alternativas "cada vez que ha habido problemas" en la comunidad gallega. "Hemos hecho propuestas y hemos dado la cara", subrayó y, frente a eso, calificó al bipartito como "un matrimonio de intereses".
