Señala como causantes más frecuentes braseros de leña o un calentador de agua con quemadores en mal estado de mantenimiento
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Galicia registra una media de tres muertes anuales por intoxicación de monóxido de carbono (CO) y los servicios de urgencia médica atienden cada año más de un centenar de alarmas por posibles intoxicaciones debidos al monóxido de carbono, de las que resultan confirmadas una cuarta parte.
Así lo destacó hoy la Consellería de Sanidade, que ha editado más de 600.000 trípticos para informar sobre cómo prevenir la intoxicación de monóxido de carbono, cómo se produce la intoxicación, los factores de riesgo, la sintomatología que produce una intoxicación de este tipo y qué hacer cuando se produce.
El monóxido de carbono es un gas que no se ve no se huele, según advirtió Sanidade, y se produce cuando se queman combustibles como el butano o propano, gasolina, queroseno, gasóleo, carbón, petróleo o madera. Así, las chimeneas, calderas, automóviles, o cualquier motor de combustión, y aparatos domésticos que queman combustibles como calentadores de agua a gas, estufas, fogones de cocina de gas y los braseros, consumen oxígeno y producen monóxido de carbono.
En este sentido, indicó que en los aparatos de gas el consumo de oxígeno y la producción de monóxido de carbono se incrementa peligrosamente cuando se queman mal por falta de un mantenimiento adecuada. En estos casos la llama del quemador se hace cada vez más amarilla y menos azul. Al respecto, avisa de que en las habitaciones con escasa o ninguna ventilación aumenta rápido la concentración de este gas, ya que la escaseza de oxígenos provoca que aún se produzca más monóxido de carbono.
Sanidade recalca que si se respira una cantidad elevada de CO, puede llegar a producir la muerte, ya que en los pulmones el gas pasa a los glóbulos rojos y, en los, ocupa el lugar del oxígeno que estos glóbulos transportan a todo el organismo.
RECOMENDACIONES.
Por ello, la Dirección Xeral de Saúde Pública recomienda a la ciudadanía que estando en un ambiente cerrado, con algún aparato de combustión encendido si empieza a sentir malestar, debe apagar la fuente de combustión, abrir puertas y ventas y marcharse hacia un ligar donde se pueda respirar fresco.
Además, deberá llamar al 061 o acudir al centro de urgencias más próximo, indicando que se sospecha una posible intoxicación por monóxido de carbono.
Con todo, Sanidade insiste en la importancia de que las instalaciones sean revisadas por profesionales; e incide en que "no es nada aconsejable" la utilización de braseros tradicionales de leña en las viviendas. En caso de usarlos, señala que se debe tenerlos bien a la vista, ventilar con frecuencia y retirarlo, ponerlo fuera apagarlo siempre durante las horas de sueño.
Entre los factores de riesgo, la conselleira destaca la derivación "anormal" de la salida de gases de combustión hacia otra habitación o vivienda, la obstrucción de esta salida por mala instalación, suciedad y descuido. Además, señala que la presencia en la habitación de un brasero tradicional de leña o un calentador de agua con quemadores en mal estado de mantenimiento suele ser el electrodoméstico más frecuentemente implicado en estas intoxicaciones.
