Antonio Manuel Rivas Gey fue detenido en Sevilla y hoy prestó declaración ante la jueza en Cambados
CAMBADOS, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La jueza titular del Juzgado de Instrucción Número Tres de Cambados (Pontevedra), Nuria Fachal, decretó esta tarde el ingreso en prisión de Antonio Manuel Rivas Gey, que fue detenido en las últimas horas en Sevilla por su vinculación con el secuestro del empresario de A Illa de Arousa, Román Santiago.
Rivas Gey declaró durante varias horas en las dependencias judiciales sobre su vinculación con el caso, ya que es propietario del ático donde estuvo detenido el empresario, así como de un todoterreno que fue utilizado en el secuestro. El cerco policial se estrecha en el entorno de los hasta ahora cuatro detenidos, uno de ellos en libertad con cargos, para determinar su presunta implicación en el caso.
Antonio Manuel Rivas Gey es hermano de Rafael Rivas Gey, el primero de los detenidos en este caso y que ya se encuentra en prisión, y cuñado de Clara Romay --esposa de Rafael--, que fue puesta en libertad con cargos.
Con su declaración se pretende corroborar si participó activamente en el secuestro y en las agresiones que sufrió el empresario y ex concejal del PP, Román Santiago, que ya aportó datos en su día a los investigadores sobre cómo se había producido su secuestro.
CLAN OS FANCHOS
Rivas Gey, de 28 años de edad, es integrante del clan de 'Os Fanchos' de A Pobra, al igual que su hermano Rafael, aunque no tiene antecedentes por tráfico de drogas. El joven fue conducido hoy a las dependencias judiciales desde Pontevedra, a donde fue trasladado ayer noche tras ser detenido en Sevilla. Se sospecha que el detenido eludió el cerco policial que se había establecido sobre él y su familia, pero sus pasos fueron seguidos de cerca por los agentes que dieron con él en un establecimiento hotelero sevillano.
La investigación en torno a este secuestro de Román Santiago sigue adelante y no se descarta que haya más detenciones. De hecho, los agentes siguen la pista de al menos unas cinco personas que se cree que habrían tomado parte en el secuestro o colaborado con los autores del mismo. Paralelamente, la investigación intenta determinar quién fue la persona que recogió el dinero, ya que el empresario reconoció que su familia había realizado hasta dos pagos distintos por su rescate.
