MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha recordado este sábado que antes de que concluya 2015 se habrán repartido 21.000 chalecos antibala entre los efectivos de las unidades de Prevención y Respuesta y Patrullaje de la Policía Nacional, y defiende que el Gobierno está "haciendo todo lo posible" por dotar de medios a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en unas "circunstancias presupuestarias que no son fáciles".
Así se ha pronunciado durante el acto del Día de la Constitución en el Congreso al ser preguntado sobre las críticas del Sindicato Unificado de Policía (SUP) a raíz de la muerte de una agente durante un atraco en una sucursal bancaria en Vigo.
Para la plataforma sindical "no es de recibo" que el Ministerio gaste fondos en nuevas divisas pero los policías no tengan un chaleco asignado de manera personal, como sí sucede con su arma reglamentaria.
A este respecto, el ministro ha recordado que la Secretaría de Estado de Seguridad ha impulsado un programa trienal dotado de 6,5 millones de euros para aportar 21.000 chalecos antibala a los funcionarios de las unidades "más expuestas a agresiones" con armas de fuego. "Se está cumpliendo lo que se pactó y lo que se acordó, y el programa terminará en 2015", ha apostillado.
NO SE PUEDE LLEGAR A TODO
En cualquier caso, Fernández Díaz reconoce que "los medios que se pongan siempre serán insuficientes" pero también ha pedido tener en cuenta que el Gobierno está "haciendo todo lo posible en unas circunstancias que no han sido fáciles desde el punto de vista de la disponibilidad presupuestaria".
"Pero evidentemente las Fuerzas de Seguridad, la Policía y la Guardia Civil, que prestan un servicio esencial a nuestra convivencia democrática, libre y pacífica tienen que estar dotadas de todos los medios que podamos. Y en eso estamos, aunque a veces no podamos llegar a todo", ha admitido.
Finalmente, el titular de Interior ha recordado que el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con 70.000 funcionarios y que es una institución "ejemplar" y de las "más valoradas" por los ciudadanos por su contribución "decisiva" a que España sea el séptimo país más seguro del mundo en términos de criminalidad y el quinto en términos de seguridad vial. Una realidad que constituye, ha dicho, una de las "más grandes fortalezas" del país.
