Declaran culpable al acusado de matar a su casero a martillazos

Actualizado: jueves, 27 noviembre 2014 19:18
av2" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">

Fiscalía y acusación particular solicitan 20 años de prisión, que la defensa rebaja a 15

   A CORUÑA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Un jurado ha declarado culpable a Mirko S., el hombre de nacionalidad italiana juzgado en la Audiencia Provincial de A Coruña por la muerte de su casero a martillazos en Outes (A Coruña) en junio de 2011.

   La lectura del veredicto se ha producido este jueves después de que el juicio concluyese este miércoles con la lectura de las conclusiones. En ellas, la Fiscalía mantuvo su petición de 20 años de prisión por un delito de asesinato, que la acusación particular elevó a 25 años. La defensa solicitó la libre absolución alegando alteración psíquica y legítima defensa.

   Finalmente, los argumentos de la defensa han sido rechazados por el jurado que, por unanimidad, consideró culpable al procesado de la muerte del hombre que lo alojó en su casa y cuyo cuerpo acabó enterrado en un pozo cubierto con cemento.

   Tras el veredicto del jurado, la acusación particular rebajó su petición a 20 años de prisión, mientras que la defensa pidió que se le aplique el mínimo de 15 años de prisión establecido para un delito de estas características.

INTENTO DE FUGA

   Los hechos se produjeron en la noche de San Juan de 2011, un mes después de haber llegado el procesado a Galicia desde Barcelona en busca de trabajo.

   El acusado, según la Fiscalía, se encontró con Ramón R.M. en la estación de autobuses de Noia y allí éste le ofreció dejarle una habitación en su casa en Outes, donde residiría de manera gratuita, a cambio de realizar "pequeñas tareas del hogar y de la granja".

   La noche del citado 23 de junio hubo una discusión en la que el casero "hizo un corte al acusado en el quinto dedo de la mano izquierda con un cuchillo". La reacción de éste fue "extremadamente violenta". Así, tras pegarle una patada, le asestó "varios martillazos en la cabeza".

   Tras esto, "envolvió el cadáver en una sábana" y lo trasladó 100 metros hasta un pozo que tapó con tierra y con una masa de cemento y agua, sobre lo que puso losetas de mármol. A la mañana siguiente "trató de huir de España", pero fue interceptado.