El juez decretó prisión sin fianza para el asesino confeso y le imputó un delito de homicidio
VALDOVIÑO (A CORUÑA), 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Casi un millar de personas despidieron hoy a la joven María del Mar Becerra Muíños, de 28 años, que fue enterrada en el cementerio parroquial de Valdoviño, localidad de la que era natural, después de que ayer fuera hallado su cadáver en una alcantarilla situada en el sótano de un edificio en Cedeira (A Coruña).
La comitiva fúnebre partió desde el tanatorio de Valdoviño sobre las 19.00 horas y el cuerpo de la joven fue enterrado en el cementerio parroquial de Santa Eulalia de la citada localidad de la comarca ferrolana.
Al sepelio, además de familiares y amigos, asistieron numerosos vecinos de la localidad ferrolana de la que era natural la fallecida, así como los miembros de la corporación municipal, con la alcaldesa Concepción San Esteban al frente.
Los asistentes al entierro y al funeral de la joven, que se celebró sobre las 19.30 horas tras el sepelio, depositaron numerosos ramos y coronas de flores. La tristeza y desolación se reflejaba en el rostro de las personas que acudieron a despedir a María del Mar. Compañeras de trabajo de la fallecida, visiblemente emocionadas, la recordaron como una chica "muy bueniña y humilde".
PRISIÓN
Por su parte, el titular del Juzgado de Ortigueira, que instruye las diligencias por la muerte de la joven de Valdoviño (A Coruña) María del Mar Becerra Muíños, de 28 años, dictó hoy auto de prisión provisional comunicada y sin fianza para el asesino confeso, Francisco P.S., de 43 años de edad, según confirmaron a Europa Press fuentes judiciales.
Tras escuchar durante unas cuatro horas, desde las 11.00 horas, la declaración del asesino confeso de María del Mar Becerra Muíños, el juez le imputó un supuesto delito de homicidio y decretó el ingreso en prisión de Francisco P.S. en la cárcel coruñesa de Teixeiro.
Asimismo, el juez decretó el secreto de sumario, puesto que la investigación sobre la muerte de la joven, que había desaparecido la noche del sábado en la que acudió a un supuesto trabajo de niñera engañada por el detenido, continúa abierta.
OFERTA TRAMPA
El detenido había confesado ayer a la Guardia Civil el paradero del cuerpo de la joven, a la que engañó haciéndose pasar por guardia civil para que acudiera a Cedeira a cuidar a su supuesto hijo durante tres horas la noche del sábado por unos 400 euros.
Francisco P.S., que no tiene antecedentes penales, había intentado, al parecer, en otras dos ocasiones contactar con mujeres, que no llegaron a aceptar la oferta de trabajo que les hacía y que era una trampa.
Al respecto, fuentes de la Guardia Civil indicaron que resulta "imposible" que un agente del cuerpo pueda asumir la cantidad de dinero que el hombre, que se pasada por miembro del cuerpo, ofrecía a las mujeres para cuidar de su supuesto hijo pequeño. Así, indicaron que el detenido ofertó 400 euros a la joven por tres horas de trabajo la primera noche y 1.200 euros mensuales posteriormente, cuando un agente cobra de media unos 1.500 euros.
DIMENSIONES REDUCIDAS
El lugar donde apareció el cuerpo, que presentaba signos externos de violencia, había sido rastreado anteriormente por los agentes de la Guardia Civil, donde la joven fue citada la noche del pasado sábado para acudir a un trabajo que le había ofrecido el detenido por teléfono para cuidar un niño.
Según las citadas fuentes, el cuerpo de la joven no fue localizado en una primera inspección en la alcantarilla porque se trata de un sitio de "muy reducidas dimensiones" y los agentes consideraron, en un primer momento, "imposible" que cupiera allí.
Francisco P.S. fue detenido el martes por su supuesta relación con la desaparición de la joven. El arrestado, que trabaja para una empresa de fontanería, tenía acceso a la llave del edificio donde apareció el cuerpo de la joven, ya que el hombre realizaba trabajos en el inmueble recién construido.
