SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La transferencia o no del patrimonio de los hospitales lucenses de San José y San Rafael fue "la diferencia fundamental" que impidió que la conselleira de Sanidade, María José Rubio, y el presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, alcanzasen un acuerdo para traspasar a la Xunta estos dos centros hospitalarios que gestiona el ente provincial.
Así lo explicó la titular de Sanidade en declaraciones a los medios tras la reunión con Cacharro, en la que trasladó al político lucense que el Ejecutivo gallego no aceptará la transferencia de los hospitales "si no viene también el patrimonio".
María José Rubio explicó que el presidente de la Diputación lucense no aceptó la propuesta de la consellería de establecer una cláusula en la que se estableciese que ese patrimonio hospitalario quedase destinado a uso dotacional.
"Seremos los que decidamos la planificación", enfatizó la conselleira, que explicó que el hospital podría dedicarse a otras necesidades asistenciales. "Parece que él quiere hacer la planificación y que tiene que seguir siendo un hospital quirúrgico", dijo, algo que según ella no tendría sentido.
Rubio reconoció que no le causó sorpresa no haber alcanzado un consenso porque Cacharro "tampoco llegó a acuerdos" cuando gobernaba el PPdeG. Apuntó finalmente que no quedaron conminados para nuevas reuniones y que, aunque no exista acuerdo, la Xunta continuará pagando la deuda de 70 millones que tienen los hospitales "en anualidades de 10 millones", como se establecía en un convenio firmado por la Diputación de Lugo y el anterior Gobierno autonómico.
