PONTEVEDRA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores de Treves-Galicia desarrollan hoy la tercera jornada de huelga por el cierre de la planta textil, auxiliar de Citroën, con un encierro en la Diputación de Pontevedra, en donde volvieron a demandar que las instituciones rechacen el expediente de regulación de empleo que dejaría sin trabajo a 133 personas, en su gran mayoría mujeres y madres de familia.
Tras una hora de encierro en el salón de planos del Pazo provincial, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, se acercó a la asamblea de trabajadoras para manifestarles su "solidaridad" y el apoyo de la institución a la que representa.
La deslocalización que quiere llevar a cabo la multinacional francesa, según les trasladó el presidente provincial, se deriva de que las medidas propuestas por el Gobierno central no están cumpliendo con lo esperado y está haciendo una "política de cartel que es un completo fracaso".
En una segunda reunión con el comité de trabajadoras, su presidenta, Flora Pintos, pidió a Louzán que haga "lo más difícil posible" el cierre de esta fábrica de la empresa Treves
Louzán tomó nota de las peticiones formuladas y no descartó presentar una moción como la que firmarán los tres grupos políticos en el Ayuntamiento de Pontevedra en el pleno del viernes, aunque considera limitada su utilidad. "Los políticos quedaríamos muy bien pero luego no serviría para nada", dijo.
Mañana, cuarto día de huelga, los representantes del comité continuarán con la ronda de contactos. En este caso, se reunirán con el Cluster de la Automoción a la espera de que la Consellería de Traballo sea quien los reciba próximamente en Santiago.
