La comunidad gallega cuenta con "pocos protocolos fiables" porque el bulling representa un "fenómeno poco visualizado"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Xunta elabora un estudio para poner en marcha el próximo curso protocolos orientados a la formación de profesores de los centros escolares gallegos con el fin de que cuenten con mecanismos para trabajar con soluciones pacíficas ante casos de violencia en las aulas, a pesar de que Galicia registra, aproximadamente, un 1% de estas situaciones anualmente.
Así lo aseguró a Europa Press la directora xeral de Ordenación e Innovación Educativa, María Xosé Pérez Mariño, que insistió en que en la comunidad gallega "casi no se detectaron casos de bulling". A pesar de que señaló que supusieron cerca de un 1%, puntualizó que esta cifra "no quiere decir que no existan".
En este sentido, Pérez Mariño manifestó que "siempre" hubo casos de violencia en las aulas pero "quizás menos acentuadas" que en la actualidad. "Lo que sucede es que no estaba todo el alumnado escolarizado", agregó y matizó que en Galicia no se detectan más casos porque "no afloran mucho".
No obstante, insistió en que las situaciones de violencia en las aulas, bien casos de bulling, acoso a profesores o a compañeros, destrozos de material, entre otros, representan "lo que sucede en la sociedad". "Es un reflejo de lo que ocurre fuera", añadió.
Al respecto, admitió que en algunos colegios gallegos ocurren, en ocasiones, "casos extraordinarios" de alumnos que pegan a otros escolares, así como otras agresiones a vehículos de profesores, materiales, y destrozos en aulas.
Asimismo, señaló que el bulling constituye "una situación de poder" como la violencia contra las mujeres, según añadió. "No es más que una forma de violencia en la que se creen con la capacidad de que otros les obedezcan", concluyó.
DATOS "POCO FIABLES"
Además, comentó que, por el momento, en Galicia no se disponen de datos sobre esta problemática y los actuales son, a su juicio, "poco fiables" porque se trata de "un fenómeno poco visualizado". Además, consideró "muy difícil" que "salgan a la luz" todos los casos que pueda haber en la comunidad gallega.
Por ello, señaló que para detectar un caso hay que estar alerta y "muy pendientes" de si el escolar empieza a tener malas notas y a cambiar de actitud. "Hay pocos protocolos fiables y pocos estudios reales", añadió.
La directora xeral de Ordenación e Innovación Educativa consideró que las situaciones de agresión en los colegios no cesarán hasta que la sociedad no cambie, pero insistió en que las actuaciones de la Xunta buscan "minimizar y frenar" el problema. "Sí se puede minimizar y frenar, pero no erradicarlo hasta que la sociedad cambie", reiteró.
PROTOCOLOS
Pérez Mariño aseguró que la confianza de los escolares en sus padres es "fundamental", así como en los compañeros. No obstante, señaló que la detección de un caso debe hacerla el docente que, posteriormente, tiene que trabajar con los alumnos para buscar soluciones pacíficas de conductas. Además, apostó por articular también protocolos para padres.
Aunque no se trata de una prioridad para la Xunta, la directora xeral explicó que, aunque son "poco amigos" de campañas sobre este aspecto, estudian la elaboración de "un plan de acción total educativa" sobre esta problemática y establecer protocolos que permitan al profesorado "ser sensible en los cambios de conducta" de los alumnos.
En la actualidad, la Consellería de Educación dispone de un programa piloto de mediación escolar en ocho centros escolares con el fin de fomentar la resolución pacífica de conflictos generados en el propio ámbito escolar y que pretende prevenir la violencia, puesto que contribuye a que las personas aprendan los valores de tolerancia, solidaridad e igualdad.
