Todos ellos llevarán un microchip que permitirá identificarlos y conocer sus hábitos durante el tiempo transcurrido
LIRA (CARNOTA), 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Pesca e Asuntos Marítimos ha liberado hoy en Lira (Carnota) un total de 1.500 ejemplares de alevines bogavantes, que sumados a los 800 soltados el pasado viernes, suponen un total de 2.300 de seis y ocho meses, con un talla de entre 4 y 5 centímetros. Todos ellos llevan incorporado un microchip de un milímetro introducido en el interior de una de las patas que no se come, ya que la cáscara muda.
Esta tarjeta magnética permitirá seguir su crecimiento, hábitos alimenticios y recorrido y las cofradías contarán con un detector para poder localizarlos. Pesca cifra el éxito de esta experiencia si se logra captura entre el 7% y 8% de los ejemplares soltados.
A la suelta realizada por buzos en la costa del municipios coruñés de Lira, en las proximidades de una área marina protegida, asistió, acompañada de la directora xeral de Innovación, Fátima Linares, la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, quien destacó que se trata de un modelo de repoblación "pionero" en España y que en Europa tan sólo se ha llevado a cabo en Noruega.
Los 1.500 ejemplares fueron trasladados al lugar por técnicos del Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), donde fueron criados los alevines hasta los siete meses. Su transporte es delicado, ya que tal y como precisó la conselleira deben ir aislados en cajas individuales, al tratarse de animales "tremendamente agresivos, que se atacan y pueden llegar a matarse entre ellos".
Gallego recordó que hace dos años la consellería inició este tipo de repoblación pero con los rodaballos, soltando un total de 20.000 ejemplares en la Costa da Morte y la Ría de Arousa. Además, adelantó que se pretende llevar a cabo con el besugo, dentro del Plan de Repoblación de Especies Marinas en el Litoral Gallego puesto en marcha por pesca en 2005.
DEBERAN PASAR CUATRO AÑOS PARA SU COMERCIALIZACION
"En los tres casos se trata de especies de alto valor comercial para que compense todo el trabajo previo y la espera posterior de su crecimiento", esgrimió la conselleira, quien explicó que antes de su liberación se lleva a cabo antes una recogida de las madres y cría y engorde de siete y ocho meses. Además, tras su liberación deberán pasar una media de "entre tres y cuatro años" hasta que alcancen el tamaño que permita su comercialización".
Por su parte, la director xeral de Innovación, Fátima Linares, subrayó la importancia de este tipo iniciativas, ya que indicó que se tratan de especies con un "stock natural disminuido". Por ello, no descartó que se amplíe este modelo de repoblación a otras especies.
Además, incidió en lo relevante de que las cofradías participen y se impliquen con estas iniciativas, ya que se han comprometido a entregar los ejemplares con microchip que recojan. Estos fueron marcados con un etiqueta magnética codificada que se introduce en el interior del bogavante y que da una señal positivo al pasarla por un detector de metales.
Por ello, una vez que los recogen, el sector se ha comprometido a trasladarlos al Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), donde fueron criados hasta los ocho meses y donde se le implantó el microchip, para que ellos analicen la distancias que lograron recorrer tras su liberación y su alimentación
