La exclusión social llega a colectivos que no estaban en riesgo, como 'mileuristas' y parados de larga duración

Actualizado: viernes, 20 marzo 2009 20:27

La crisis forzará cambios sociales porque Baleares "no volverá" a la plena ocupación, según experto

PALMA DE MALLORCA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

La crisis económica ha provocado que colectivos que antes no estaban en situación de riesgo se encuentren ahora excluidos del sistema, entre los que destacan los parados de larga duración, un colectivo que en este momento cuenta con un importante bolsa de personas mayores de 45 años sin ningún tipo de calificación, y los 'mileuristas', entre la veintena y la treintena pero también con baja formación.

Así lo manifestó el sociólogo Antonio Tarabini, quien hoy inauguró en la Cámara de Comercio las jornadas sobre 'Los retos de las políticas de bienestar en una sociedad en cambio'. Tarabini preside la Fundación Gadeso y es coautor del libro '¿Tenemos calidad de vida?', presentado en octubre pasado y que tendrá continuidad este mismo año con un segundo volumen en el que se abordará la situación actual.

Una situación que está generando precariedad, bolsas de pobreza y exclusión, como prueba el hecho de que a los comedores sociales "ya no van sólo los típicos indigentes de siempre"; mientras que, de una forma más sutil, afecta a personas que, al perder su puesto de trabajo, se quedaron sin "red social", puesto que todas sus relaciones personales giraban en torno al mismo.

Según Tarabini, "toda esa gente está asustada, y eso es lo peor que puede pasar" en un contexto en el que, además, "no se ve que haya liderazgos" políticos, culturales y políticos, que son los que "aglutinan". Y, por lo tanto, "no se sienten identificados con nadie". Por otra parte, ni la iniciativa pública ni la privada "tienen claro qué pasará", incrementando la suma de todos los factores el desconcierto reinante.

Y es que, hasta ahora, el modelo balear se basaba en emplear mano de obra sin cualificar de forma intensiva. Y, resulta que "eso ha reventado", porque se ha pasado de una tasa de paro del 4% --que se consideraba pleno empleo-- a otra del 15%, ya que la Encuesta de Población Activa de enero señalaba un 12,32% sobre 69.500 parados y actualmente hay 74.000, a pocos días de que salga la nueva EPA, que es trimestral.

La actual coyuntura forzará cambios importantes en la sociedad balear, en gran medida debidos a que la anterior situación de plena ocupación "no volverá", aseguró, ya que, por un lado, en este momento es "imposible" que la Construcción recupere un nivel elevado de actividad y, por otro, el sector Servicios --que es en el que más se confía-- "no se puede basar en una mano de obra barata", señaló.

DESCONCIERTO Y PÉRDIDA DE VALORES

Para el sociólogo la crisis se compone en realidad de tres ingredientes, ya que, a la situación económica, se agrega una dimensión sociológica. Por eso, a las vicisitudes generadas por el retorno a una "economía real", suma la crisis de valores y otra social, que, de hecho, "son más profundas". Y, en esa línea, consideró que es necesario trabajar a la vez en todos esos campos para solventar la situación actual.

Así las cosas, lo que predomina es el "desconcierto", porque la caída económica y financiera en realidad ha sido la "gota que colma el vaso" y "ha servido para poner de manifiesto esas otras crisis, que ya estaban", y que se deben a que se venían considerando ideales valores como el "individualismo" o lo "inmediato" por delante del bien común y el esfuerzo personal recompensado.

De hecho, "hasta hace un año, la persona más admirada en Mallorca era Vicente Grande", empresario propietario del quebrado Grupo Drac, lo que para Antoni Tarabini ejemplifica a la perfección la raíz de un problema, que ahora se expresa en forma de terremoto económico sobre el que se vierten ríos de tinta, pero que tiene un antecedente sociológico muy claro. Por eso se dice de la crisis que es un estado de ánimo.