Palma cierra una temporada turística caracterizada por reservas muy tardías y una caída en la ocupación de hasta el 15%

Actualizado: lunes, 21 septiembre 2009 13:26

Los restaurantes de la Playa de Palma ofertaron por primera vez menús nocturnos por entre 10 y 15 euros

PALMA DE MALLORCA, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

La capital balear, Palma de Mallorca, se dispone a cerrar en las próximas semanas una temporada turística caracterizada por reservas muy tardías, con sólo una semana de antelación al viaje, y un descenso en la facturación de entre el 10 y el 15 por ciento, que se ha traducido en otro aún mayor de la facturación, de entre el 20 y el 25 por ciento respecto a los resultados de 2008.

Este es el primer balance que realiza la Asociación Hotelera de Playa de Palma, principal núcleo turístico de la ciudad, cuyo presidente, Francisco Marín, expuso a Europa Press que "ha sido un verano muy complicado", que ha mantenido constantemente en jaque a los empresarios del sector, al verse obligados, desde "antes de comenzar julio", ha realizar importantes descuentos.

Aunque sólo han cerrado tres establecimientos en lo que llevamos de septiembre, de los 130 existentes en la zona, Marín señaló que en octubre "sí se producirán cierres adelantados", a causa de la mala ocupación que se registra ahora, que se sitúa en el 75%, cuando lo normal venía siendo el 85%. Por lo que aseguró que "las cifras de ahora no han llegado, ni de lejos", a las de 2008.

Ese descenso afectó principalmente a los mercados británico y español, pero, el alemán, que es el principal en Playa de Palma, con un 75 por ciento del total de turistas atendidos, también "se ha comportado mal", experimentando un acusado descenso respecto a la temporada anterior, a causa de la crisis económica, de la Gripe A y de los atentados terroristas, que "desde luego, no han ayudado", lamentó.

Marín recordó que se han dado otras temporadas turísticas complejas o malas con anterioridad, pero consideró que lo peor de la que ahora acaba es "no poder tener cálculos sobre cómo serán los próximos quince días" de temporada. Una situación que "complica mucho" la actividad hotelera vacacional, porque tiene sus repercusiones laborales y, en general, sobre las previsiones a realizar.

Pero, los hoteleros no son los únicos que lo han pasado mal. Desde el sector de la restauración también lamentan una escasa afluencia de público a sus establecimientos a lo largo de toda la temporada, y, por lo que respecta a los que se encuentran en Playa de Palma, se vieron obligados a ofertar, por primera vez, menús nocturnos por entre 10 y 15 euros, 18 euros como máximo.

PREOCUPADOS POR EL PRECIO

El presidente de Pimem-Restauración, Juan Cabrera, apuntó que "el cliente que nos visita hoy ya no pide la carta, sino que pregunta con antelación cuánto le va a costar un plato de espaguetis". Un fenómeno que se ha detectado sobre todo en Playa de Palma, pero que se extiende con rapidez a otras zonas menos turísticas, cuya actividad unas veces depende de la temporada y otras ya era baja en verano.

Cabrera, quien definió el comportamiento de este verano de "totalmente negativo", consideró "muy lamentable" que los restaurantes deban realizar ofertas a la baja precisamente en el momento en que deberían facturar más. En parte, a causa del efecto que sobre este segmento de actividad tiene la oferta de 'todo incluido', por lo que llamó a los hoteleros a "recapacitar" sobre ello.

Algo más optimista se mostró la concejal de Relaciones Institucionales, Turismo, Comercio y Consumo de Palma, Joana Maria Borràs, quien dudó que al final de la temporada el descenso en la afluencia de visitantes alcance el 15 por ciento y, además, recordó que Baleares es la Comunidad que mejor ha aguantado la recesión y en que la disminución del número de viajeros ha sido menos acentuada.

OFERTAS A LA BAJA

Sin embargo, la edil --que también es presidenta del Instituto Municipal de Turismo (Imtur)-- admitió que las reservas y contrataciones "muy de última hora" fueron la tónica general del pasado verano. Un fenómeno que justificó en que los viajeros "esperan obtener un mejor precio" en la compra de sus vacaciones, a costa de las ofertas de la industria alojativa, que ha estado "muy sometida" a esta situación.

Además de sostener que "había unas expectativas más a la baja de lo que en realidad ha sido", Borràs se mostró convencida de que la temporada turística de 2010 será "mucho mejor que esta", porque "tenemos un posicionamiento fuerte, incluso en momentos difíciles", como el actual. Y, en ese sentido, apostó por continuar con la línea de acción actual desde el municipio en cuanto a turismo.

Ésta se basa en dinamizar la zona comercial de la ciudad, en la colaboración ya establecida con Bilbao y Sevilla, y en la apertura a nuevos mercados, en Asia y Oriente, destacando la apertura de una línea aérea Tel Aviv (Israel)-Palma, mientras que este mes viaja una delegación del Imtur a China para tomar contactos con los principales touroperadores de la zona.