El acceso ilegal a los pasaportes de los precandidatos pone al Dpto. de Estado en el centro de las críticas

Actualizado: sábado, 22 marzo 2008 20:53
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   NUEVA YORK, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El Departamento de Estado ha comenzado a investigar el acceso ilegal de tres de sus empleados a los pasaportes de los precandidatos presidenciales Hillary Clinton, John McCain y Barack Obama, en lo que supone el segundo incidente de estas características contra la privacidad de los nominados desde 1992, y que ha suscitado duras criticas que han llevado a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a disculparse públicamente ante los afectados.

   Mientras varios funcionarios han considerado esta intervención como de escasa magnitud, la falta de consideración a la hora de informar a su debido tiempo a los tres precandidatos obligó a Rice a hablar con ellos en persona para pedirles disculpas. "Le dije (a Obama) que lo sentía mucho", explicó Rice, "y que yo misma me preocuparía mucho si alguien hubiera mirado en los archivos de mi pasaporte", declaró Rice. Obama agradeció la disculpa, pero solicitó que las investigaciones subsiguientes se desarrollaran con "diligencia y claridad".

   "Una de las cosas con las que cuenta el pueblo americano a la hora de relacionarse con el Gobierno es que si tienen que revelar información personal, todo debe desarrollarse dentro del ámbito privado", declaró posteriormente Obama ante los reporteros. "Y cuando no sólo te encuentras con uno, sino con varios intentos de intervenir en los archivos personales de la gente, no es sólo un problema para mí, sino que se extiende a la forma en la que funciona el Gobierno", añadió.

   Por su parte, John McCain solicitó, desde un comunicado, el respeto a la privacidad de los ciudadanos. "Parece que ha tenido lugar una brecha de seguridad", comentó, "y espero una investigación completa y, si es necesario, un cambio en los procedimientos para que se asegure la privacidad de todos los archivos relacionados con la emisión de pasaportes".

   Finalmente, la campaña de Clinton publicó un comunicado en el que se afirmaba la intención de la senadora de "examinar de cerca la investigación del Departamento de Estado".

   Los funcionarios del Departamento de Estado no han comentado con exactitud de qué archivos personales se trata, pero según el diario 'The New York Times', posiblemente se trate de información biográfica y peticiones de pasaporte. Los archivos registrados también contenían los números de Seguridad Social, direcciones, fechas de nacimiento y otra información de naturaleza personal.

   Los oficiales del Departamento de Estado descubrieron estas incursiones el pasado verano, pero no informaron de ellas hasta el pasado jueves, cuando 'The Washington Times' revelaba la violación de la privacidad de la que fue objeto el senador por Illinois.

   REPARTO DE CULPAS

   El departamento de Estado ha responsabilizado directamente a los responsables de la Oficina de Pasaportes --cargos no políticos--, que no informaron a los superiores sobre las intromisiones, aunque es posible que el propio Departamento sea demandado ante un tribunal por negligencia por no informar a los candidatos.

   "Nada más descubrir la brecha en la seguridad, la víctima debería haber sido notificada", declaró el ex fiscal Steven M. Dettelbach. "Es una cuestión básica sobre los derechos de las víctimas; cuando un crimen tiene lugar, la víctima necesita saber qué ha sucedido", añadió.

   Dettelbach consideró además "inadecuada" la razón argumentada por el Departamento de Estado para no notificar a los candidatos: que los empleados que entraron en los archivos ya fueron despedidos por su conducta.

   El portavoz del departamento de Estado, Sean McCormack, declinó identificar a los empleados que habían accedido a los archivos, y se limitó a señalar que ambos trabajaban por contrato, no por designación política. Hasta ahora, Obama ha sido el más afectado por estas incursiones, ya que su pasaporte fue "intervenido" en tres ocasiones, en enero, febrero y marzo.

   En dos de los casos, los empleados --que trabajaban para la compañía Stanley Inc, con sede en Arlington-- fueron despedidos. En el último caso, el empleado responsable sigue trabajando para la Analysis Corporation of McLean (AC McLean), también en Virginia.

   Según informó un miembro del Congreso al diario neoyorquino, uno de los empleados acusados reconoció al Departamento de Estado que había leído la ficha de Obama porque ambos compartían cumpleaños. Por la parte que corresponde a Clinton, su archivo fue accedido durante un ejercicio de prácticas para nuevos trabajadores en AC McLean. Además, otro miembro del Congreso señaló que el recién llegado responsable de la intervención trabajaba para el Departamento de Estado.

   "En estos casos, a los aprendices se les dice que busquen a un miembro de su familia en la base de datos, pero esta persona eligió el nombre de la senadora Clinton", aclaró McCormack. "Se le amonestó inmediatamente y nunca volvió a suceder de nuevo".

   Fuentes del Departamento de Estado reconocieron la existencia de sistemas especiales para proteger a los ciudadanos de posibles ataques a su privacidad, sin precisar exactamente cuáles de estos sistemas están preparados para evitar ataques realizados por especialistas y cuáles para controlar la intervención de empleados habituales.

   Fuentes del Departamento se han comprometido a investigar las incursiones electrónicas, pero no pueden conseguir que los empleados despedidos sean citados para entrevistas, algo que quedaría en manos de un gran jurado, por orden del Departamento de Justicia.

   Este incidente recuerda a uno similar sucedido en 1992, cuando el entonces candidato a la presidencia, Bill Clinton, fue objeto de una intervención similar durante la polémica suscitada por los rumores que afirmaban que había intentado renunciar a su ciudadanía para evitar el servicio militar durante su etapa como estudiante en Oxford.