MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La guardia costera India ha encontrado ocho muertos en la embarcación que llevaba a 90 musulmanes de la etnia rohingya y que se encontraba a la deriva, según ha confirmado el Ministerio de Exteriores indio este jueves.
Los guardacostas habían dado a los refugiados comida, agua y medicinas, después de que el barco llevara días a la deriva por un fallo de motor.
Según el comunicado de Exteriores que recoge la agencia DPA, el navío habría dejado Bangladesh hacía unas semanas e India se mantuvo en contacto con este país para devolver a los refugiados.
El Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) ha señalado en un comunicado en que el barco abandonó el distrito bangladeshí de Cox's Bazar --donde hay miles de refugiados rohingyas--, aunque el Gobierno de Bangladesh niega conocer los hechos.
ACNUR PIDE EL DESEMBARCO DE LOS REFUGIADOS
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha destacado este jueves la ayuda brindada por la Guardia Costera de India a los refugiados rohingyas que se encuentran a bordo de una embarcación que quedó a la deriva durante el fin de semana en el mar de Andamán.
En un comunicado, la portavoz de la oficina regional de ACNUR para Asia, Catherine Stubberfield, ha expresado que los guardacostas han hecho entrega de "alimentos, agua y material sanitario" al grupo, si bien aún no se ha podido estimar cuántas personas hay a bordo.
Stubberfield ha aplaudido así la labor de los guardacostas, pero ha insistido en que "dada la situación, es absolutamente importante que se proceda a desembarcar de forma inmediata a los refugiados que se encuentran en el barco para que se garantice su seguridad".
Tal y como ha indicado ACNUR, que hizo el lunes un llamamiento a favor del rescate de los rohingyas, la mayoría de los refugiados sufre deshidratación aguda, según informaciones del diario 'The Hindustan Times'. Las autoridades de Bangladesh, no obstante, han matizado que no tienen información sobre el barco o sobre los refugiados en cuestión.
Alrededor de 750.000 rohingyas han huido del estado birmano de Rajine, en el oeste, a Bangladesh tras la ola de violencia lanzada por el Ejército birmano en agosto de 2017. Bangladesh alberga ahora a más de 1 millón de refugiados llegados a causa de distintas campañas de represión en el país vecino.
