LONDRES, 22 May. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Manal al Sharif, una activista saudí que fue encarcelada en 2011 por atreverse a conducir, ha denunciado este lunes que ha recibido amenazas de muerte después de que varias mujeres fueran detenidas por conducir, un movimiento que ha calificado de táctica "alarmante" para silenciar a las voces disidentes en el país.
La activista, que fue detenida en 2011 por grabar un vídeo mientras conducía en Arabia Saudí --el único país del mundo en el que las mujeres tienen prohibido conducir--, ha asegurado que su encarcelamiento supone "un mensaje para las activistas a favor de los derechos de las mujeres que reivindican el derecho a conducir".
A pesar de que las mujeres podrán colocarse tras el volante a partir del 24 de junio, activistas y analistas han expresado que el Gobierno saudí está tratando de evitar dar protagonismo al activismo, que está prohibido en la monarquía.
Según ha afirmado Al Sharif a la Fundación Thomson Reuters, los arrestos suponen un intento de "mandar callar" a las activistas. Un grupo de mujeres que participaron en una serie de protestas contra la prohibición han indicado que una veintena de ellas han recibido llamadas para que no hablen del levantamiento de la medida.
Al Sharif, por su parte, ha asegurado haber recibido este tipo de llamadas a pesar de haberse negado a guardar silencio. "Estoy recibiendo amenazas ahora, pero no me importa", ha manifestado la activista de 39 años, que reside ahora en Australia y ha expresado su preocupación por la situación de las activistas detenidas en Arabia Saudí.
"Dicen que seré la siguiente", ha indicado Al Sharif, que ha señalado que se trata de "una campaña de desprestigio" a la que también fue sometida cuando se encontraba en prisión.
No obstante, la joven saudí ha señalado que en el país se han dado algunos pasos positivos para las mujeres en los últimos años, como permitirles que trabajaran en ciertos puestos de trabajo comerciales y de hostelería. Además, también pueden votar.
Al Sharif ha asegurado que hace falta un avance en el sistema de tutela masculina, que exige que las mujeres necesiten un permiso de un familiar varón para viajar al extranjero, casarse o para atención médica. Este sistema ofrece a las saudíes un estatus legal similar a la de un menor de edad.
