MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Afganistán ha anunciado este martes la muerte de 23 presuntos insurgentes en las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad del país durante las últimas 24 horas.
El Ministerio de Defensa ha indicado en un comunicado que otros trece supuestos milicianos han resultado heridos en estas operaciones, llevadas a cabo en las provincias de Baghlan, Faryab, Ghazni, Helmand, Kandahar, Nangarhar, Nimroz, Uruzgán y Zabul.
"El Ejército de Afganistán está preparado para hacer sacrificios para lograr una paz y seguridad duradera para el pueblo y está determinado a erradicar a los grupos terroristas en Afganistán", ha remachado.
El comunicado ha sido publicado horas después de que el Gobierno afgano asegurara que los talibán "han cruzado una línea roja" con el atentado que acabó con la vida de más de cien personas en Kabul el 27 de enero, agregando que ese ataque les sitúa fuera de la mesa de negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz.
El mensaje del Gobierno afgano llegó un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenara el citado ataque y subrayara que su país no está ahora dispuesto ahora a hablar de paz con los talibán porque primer quiere "terminar" con lo que hay que "terminar", en referencia a una victoria militar.
Por su parte, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha dejado claro que no quieren entablar conversaciones de paz con Estados Unidos.
Trump ordenó en 2017 un aumento de las fuerzas militares desplegadas en Afganistán y de los ataques aéreos en apoyo a las fuerzas gubernamentales afganas.
Al incremento de los ataques por parte de los talibán se suman las actividades de Estado Islámico en varias zonas del país. El grupo yihadista ha reclamado la autoría del reciente atentado contra una academia militar en Kabul y contra la sede de la organización no gubernamental Save the Children en la localidad de Jalalabad (este).
