KABUL, 26 Feb. (EP/AP) -
Condenados por delitos de terrorismo y centenares de otros presos se enfrentaron este domingo a los guardias y tomaron el control de parte de una cárcel de alta seguridad en la capital afgana, según informaron el las autoridades.
Numerosos policías y soldados rodearon la cárcel de Policharki y funcionarios del Gobierno suspendieron las negociaciones que realizaban mediante altavoces con los reos, incluidos algunos milicianos de la red terrorista Al Qaeda y talibanes.
"Lamentablemente, los prisioneros no están unidos y tienen diferentes demandas. No hay un líder que pueda hablarnos" en nombre de todos ellos, dijo Mohamed Qasim Hashimzai, subsecretario de Justicia. Hashimzai abandonó la cárcel al atardecer, e informó de que las autoridades carcelarias intentarán reanudar las negociaciones el lunes.
Se oyeron disparos desde el interior de la cárcel, y se escuchó a presos que gritaban, "¡Dios es grande!". Fuentes sin identificar han informado de que se han producido bajas dentro de la prisión, pero la situación es confusa. Hashimzai aseguró que sólo podía confirmar cuatro presos heridos.
El Ejército afgano indicó que había enviado 800 soldados para rodear la cárcel. Junto con soldados del cuerpo de paz de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se trasladaron al lugar al menos 10 tanques y vehículos blindados de transporte de personal a las puertas de la prisión.
"Hemos rodeado la cárcel. No hay manera de que (los presos) puedan escapar", dijo Hashimzai. Los detenidos permitieron que unas 70 prisioneras se mudaran de un ala de la prisión, que los amotinados tomaron, a otra que permanecía bajo control de los guardias, había dicho previamente Hashimzai.
Un alto funcionario del Gobierno informó de que prisioneros en el Bloque Dos de la cárcel, donde estalló el motín, habían cavado un túnel que conducía al ala de la prisión donde estaban las mujeres. No pudo confirmar versiones de que las mujeres fueron violadas durante el motín.
El subsecretario de justicia dijo que el motín estalló cuando los presos se negaron a vestir nuevos uniformes, que fueron entregados después de que siete detenidos talibanes lograron escapar de la cárcel el mes pasado, disfrazados de visitantes.
En las primeras horas del domingo, un reportero de The Associated Press escuchó dos ráfagas de disparos en un intervalo de un par de horas, desde dentro de la prisión. Unos minutos después del primer tiroteo, una ambulancia que transportaba a un paciente no identificado salió del centro penitenciario.
Abdul Salaam Bakshi, director de prisiones en Afganistán, dijo que los guardias fueron sacados la noche del sábado de una zona de la Prisión de Policharki, donde se encuentran unos 1.300 reos, incluidos algunos miembros de Al Qaeda y talibanes.
"El problema se limita al interior de la prisión. Son 1.300 personas. Queremos resolver este problema en forma pacífica", añadió el funcionario. En la prisión hay 2.000 presos, incluidos unos 350 milicianos de Al Qaeda y talibanes.
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