LONDRES, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El antiguo preso político albanés Lirak Bejko falleció ayer en la ciudad italiana de Bari tras prenderse fuego el pasado 10 de octubre en Tirana para protestar contra los retrasos en los pagos de las indemnizaciones gubernamentales para los disidentes de la era comunista.
Bejko era uno de los 20 antiguos disidentes que organizaron una huelga de hambre en el centro de la capital albanesa para reclamar las indemnizaciones que les debe el Gobierno por el tiempo que pasaron en las cárceles durante la dictadura comunista. La huelga empezó a finales de septiembre y finalizó el 22 de octubre, 31 días sin comer, sin que los huelguistas consiguieran su objetivo ya que el Gobierno albanés se negó a hablar con los antiguos presos políticos por considerar que su acción tenía motivaciones políticas.
Según una ley aprobada en 2007, los antiguos presos políticos albaneses tienen derecho a recibir una indemnización de 14,35 euros por cada día que pasaron en la cárcel durante el régimen comunista de Enver Hoxha. Los huelguistas acusaron al Gobierno de no pagar esas compensaciones, ha informado la cadena británica BBC.
Antes de su muerte, Bejko, que sufría quemaduras de tercer grado en el 50% de su cuerpo, contó durante una entrevista en el hospital que quería que sus compañeros disidentes continuaran su lucha pero que no siguieran su ejemplo, ha informado Reuters.
"Los quiero mucho. No quiero que sientan los dolores que yo estoy sintiendo. Son atroces, es como carne asándose", declaró el disidente albanés.
Skender Tufa, líder de la asociación de expresos políticos de Albania, ha señalado que la inmolación de Bejko y la de su compañero Gjergj Ndreca fueron "actos desesperados" de gente a la que ha calificado de "cadáveres ambulantes, privados de toda dignidad".
