BERLIN, 16 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Rosa Aranda) -
Los ministros del Interior de los distintos estados federados alemanes no han logrado ponerse de acuerdo hoy en su conferencia en la ciudad bávara de Nuremberg, respecto al acuerdo alcanzado el martes por la coalición de Gobierno en Berlín para regularizar la situación de unos 100.000 extranjeros considerados "tolerados" en Alemania.
La propuesta de los partidos alemanes en el poder, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) contempla que unos 100.000 extranjeros de los aproximadamente 190.000 considerados "tolerados" en Alemania puedan pedir próximamente un permiso de residencia y acceder al mercado laboral.
Pese a la presión que han ejercido tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como los representantes del SPD, los ministros conservadores del Interior se han mantenido firmes a su tesis de que esta medida supondrá una carga para los municipios, pues finalmente, según ellos, "nuestra seguridad social tendrá que pagar por muchos inmigrantes".
Los tres partidos en el Gobierno alemán pusieron como requisitos imprescindibles que dichos extranjeros tengan un trabajo y salario fijo y puedan subsistir con él, además del dominio del idioma germano y la residencia en Alemania desde hace seis años en el caso de las familias con hijos, y ocho de los solteros.
En este sentido, la coalición de Gobierno ha dejado claro que las personas que se beneficiarían de esta nueva regulación no serían en ningún caso inmigrantes "ilegales", sino de refugiados procedentes de distintos países que llevan varios años residiendo en Alemania pero a los que hasta ahora no les estaba permitido solicitar un permiso de residencia y en teoría, podían ser repatriados a sus países de origen.
La conferencia en Nuremberg durará hasta mañana y es entonces cuando está previsto que los ministros alemanes del Interior hagan pública su decisión sobre la nueva regulación.
