El Gobierno francés pide el rápido despliegue de observadores de la ONU: "No podemos esperar"
PARÍS, 19 Abr. (Reuters/EP) -
Los países englobados en el Grupo de Amigos de Siria contemplan el plan de paz propuesto por el mediador internacional, Kofi Annan, como "una última esperanza" para resolver el conflicto, al tiempo que abren las puertas a "otras opciones" si continua la violencia en territorio sirio.
"Cada día que pasa significa decenas de nuevas muertes de civiles", aseguran los 14 Amigos de Siria, reunidos en París, en un primer borrador de comunicado. "No es momento de andarse con rodeos. Es momento de actuar. Aunque frágil, la misión de Annan representa una última esperanza", añaden.
El plan de paz del enviado de la ONU y la Liga Árabe se basa en un alto el fuego inmediato, tanto por parte del Gobierno como de los rebeldes, y en la retirada de armas y equipos militares de los núcleos urbanos. Además, Annan plantea el inicio de un diálogo entre el régimen y la oposición.
Pese a la supuesta entrada en vigor del alto el fuego hace una semana, la violencia prosigue en Siria, lo que ha llevado a los Amigos de Siria a admitir que el plan de paz podría no cumplir sus objetivos. "Si esto no ocurre, el Consejo de Seguridad de la ONU y la comunidad internacional tendría que analizar otras opciones", afirman en su nota.
OBSERVADORES
El grupo también hace alusión a la misión de observadores de la ONU que debe supervisar sobre el terreno el alto el fuego y de los que esta semana ha llegado a Siria una primera avanzada. Los Amigos de Siria quieren dotarles de todos los medios "necesarios" para que puedan cumplir su misión, lo que pasa por equipos modernos que faciliten sus trabajos de vigilancia.
El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, que ejerce de anfitrión de este encuentro, ha advertido de que los observadores deben viajar cuanto antes a Siria. La ONU aprobó el envío de una misión de hasta 250 miembros, aunque algunas voces ya han advertido de que podría no ser suficiente.
"No podemos esperar, hay poco tiempo", ha asegurado Juppé ante dirigentes de los 14 países reunidos en París, entre ellos Estados Unidos, Turquía, Qatar y Arabia Saudí, así como España, que está representada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Según el jefe de la diplomacia gala, los observadores internacionales tienen que viajar "rápido" a Siria y, una vez allí, deberían poder hacer su trabajo "sin obstáculos". Juppé ha advertido de que, si no se avanza en este sentido, el país podría entrar en una guerra civil y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tendría que adoptar nuevas medidas.
Rusia y China, miembros permanentes del Consejo, han vetado dos resoluciones críticas con el régimen de Al Assad, al que consideran un aliado. El portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Alexander Lukashevich, ha tachado de "destructiva" la reunión de los Amigos de Siria y ha denunciado que las conversaciones son "tendenciosas", porque Damasco no está representado en París.
