Annan se despide con un discurso crítico con la labor de Bush al frente de la Administración norteamericana

Actualizado: lunes, 11 diciembre 2006 21:30


NUEVA YORK, 11 Dic. (EUROPA PRESS/Carlos López) -

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, pronunció hoy el que oficialmente será su último discurso público al frente de la organización con una crítica a la política desarrollada por la Administración norteamericana y lamentando el daño que la misma ha infligido a la reputación del país como líder en la lucha por los Derechos Humanos.

Annan eligió simbólicamente para su discurso de despedida la biblioteca y museo presidencial erigida en Independence (Missouri), en honor al ex presidente Harry Truman, en parte, al tratarse de la persona que fue parte en la fundación de Naciones Unidas, y utilizó en varias ocasiones sus palabras para recordar a la actual Administración que "la responsabilidad de los grandes estados es servir y no dominar a los pueblos del mundo".

El secretario general aseguró que "los estadounidenses, al igual que el resto de la humanidad, necesitan un sistema global que funcione para afrontar los retos mundiales". "Y para que funcione, el sistema aún clama por un liderazgo estadounidense de visión amplia, en la tradición del presidente Harry Truman. Espero que los líderes estadounidenses de hoy y de mañana ejerzan este liderazgo", concluyó Annan.

La seguridad y el desarrollo mundiales dependen, en última instancia, del respeto a los Derechos Humanos y al Estado de derecho, por lo que los Estados deben cumplir las reglas establecidas entre ellos y con sus ciudadanos, aseguró Annan, recordando que cuando se hace uso del poder "especialmente de la fuerza militar, el mundo lo considerará legítimo sólo cuando esté convencido de que se utiliza con un propósito correcto, de objetivos compartidos, y de acuerdo con normas ampliamente aceptadas".

"Los Derechos Humanos y el imperio de la ley son vitales para la seguridad y prosperidad global", afirmó Annan para quien cuando Estados Unidos "abandona sus propios ideales y objetivos, sus aliados se muestran confusos y agitados". Por ello, recordó a Estados Unidos que tiene una especial responsabilidad por el poder que todavía posee.

El mensaje también destacó la importancia de la solidaridad y la responsabilidad compartida de los gobiernos en función del bienestar de la población en general. En este sentido, subrayó la responsabilidad colectiva de proteger a los pueblos amenazados que estén amenazados por genocidios, crímenes de guerra, limpiezas étnicas y crímenes contra la humanidad, como ocurre actualmente en Darfur.

Al referirse a las lecciones que aprendió al frente de la ONU, Annan sostuvo que todos los gobiernos, pobres y ricos, deben ser responsables por sus acciones tanto en la arena internacional como en la nacional. "Los Estados pobres y débiles son fácilmente llamados a rendir cuentas porque necesitan de la asistencia internacional. Pero los Estados grandes y poderosos, cuyas acciones tienen mayor impacto en otros, sólo pueden ser controlados por sus propios pueblos, mediante sus instituciones nacionales", puntualizó.

Con respecto a la seguridad internacional, subrayó la interdependencia de los Estados para combatir amenazas como el terrorismo y aseveró que "ninguna nación puede reforzar su seguridad buscando la supremacía sobre todas las demás". Annan reiteró la importancia de que la comunidad internacional trabaje unida y reclamó la reforma del Consejo de Seguridad para que los países en desarrollo tengan más representación ya que su actual composición, afirmó, "refleja la realidad de 1945, no la del mundo de hoy".