Aoun advierte de que "las calles no son el lugar" para resolver los conflictos en medio de la última crisis

El presidente de Líbano, Michel Aoun
REUTERS / MOHAMED AZAKIR
Publicado: miércoles, 31 enero 2018 21:11

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha advertido este miércoles de que "las calles no son el lugar adecuado" para resolver los conflictos de índole política, en un intento de evitar la escalada de tensión que se ha desatado por los insultos de su yerno, Jebran Bassil, al jefe del Parlamento, Nabih Berri.

"Las calles nunca han sido el lugar adecuado para resolver las disputas políticas", ha dicho en una comparecencia pública en respuesta a las protestas que han tenido lugar estos días entre sus seguidores y los de Berri y que han provocado tiroteos en Beirut.

"El lugar natural son las instituciones del Estado porque recurrir a las acciones callejeras daña la estabilidad de la que Líbano está disfrutando a pesar de estar en una región explosiva", ha defendido y ha reclamado "que lo que ha pasado en los últimos días no se repita".

Aoun, que el martes pidió perdón a los libaneses por las palabras de su yerno, ha prometido seguir trabajando por la unidad nacional, "sin importar los obstáculos que pongan otros partidos", según informa el portal de noticias libanés Naharnet.

Berri, por su parte, ha lanzado la voz de alarma en la cadena local Al Manar, asegurando que, si las turbulencias políticas continúan, el Gobierno podría caer.

El desencadenante de la enésima crisis en Líbano fue un vídeo filtrado en el que el líder del Movimiento del Frente Patriótico (MFP), Bassil, llama "matón" a Berri durante una reunión a puerta cerrada en Batroun, unas palabras que han avivado el enfrentamiento entre ambos líderes políticos.

La rivalidad entre Aoun, un cristiano maronita, y Berri, un musulmán chií, se ha hecho patente desde que el presidente emitió en diciembre un decreto con el que promocionó a decenas de oficiales sin la firma del ministro de Finanzas, Alí Hasan Jalil, miembro de AMAL, el partido del dirigente parlamentario y uno de sus aliados más cercanos.

Líbano vive una frágil situación debido al obligado equilibrio de poder entre las distintas facciones políticas y religiosas, que se vio amenazado el año pasado cuando el primer ministro, Saad Hariri, anunció su dimisión desde Arabia Saudí. El jefe de Gobierno finalmente regresó a Beirut y dio marcha atrás pero la crisis aún colea.

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