MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha expresado este jueves su deseo de que se forme gobierno "lo antes posible" para poder hacer frente a los problemas "urgentes" que sufre el país, sacudido por una grave crisis económica.
"Las prioridades del nuevo gobierno serán lograr las reformas necesarias en varios sectores, continuar con el proceso de lucha contra la corrupción, y rectificar los fallos en el trabajo de las instituciones", ha dicho.
Asimismo, ha recalcado la importancia de que el nuevo Ejecutivo "restaure la confianza entre el Estado y los ciudadanos", tras cerca de dos meses de movilizaciones antigubernamentales, según ha informado el portal local de noticias Naharnet.
Aoun convocó el miércoles para el 9 de diciembre una ronda de consultas parlamentarias para elegir a un nuevo primer ministro, ante los avances en sobre un acuerdo para un candidato de consenso.
El anuncio fue realizado un día después de que el primer ministro en funciones, Saad Hariri, expresara su apoyo a la nominación del empresario Samir Jatib para ocupar el cargo, al tiempo que recalcó que no formará parte del nuevo Ejecutivo.
Además, volvió a incidir en su petición de que el nuevo gobierno esté integrado por tecnócratas, una de las principales exigencias de los manifestantes. Jatib dirige una de las principales empresas de ingeniería del país y en el pasado no ha ocupado puestos políticos.
La crisis política y socioeconómica llevó a Hariri a presentar su dimisión el 29 de octubre, fecha desde la que se encuentra en el cargo en funciones ante la falta de un acuerdo en torno al nombramiento de su sucesor.
Hariri anunció el 26 de noviembre que rehusaba aceptar nuevamente el cargo e instó a Aoun a "formar un nuevo gobierno que colme las aspiraciones del pueblo libanés" y abogó por formar un ejecutivo de "expertos". "No veo otra solución para salir de esta grave crisis económica", indicó.
El Movimiento Patriótico Libre (FPM) de Aoun y el partido-milicia chií Hezbolá han rechazado hasta ahora la formación de un Gobierno puramente tecnócrata y han apostado por uno "tecno-político".
Las protestas en Líbano arrancaron a principios de octubre después de una caída de la moneda local por primera vez en las últimas dos décadas, pero el descontento se arrastraba desde julio, cuando el Parlamento aprobó un presupuesto de austeridad para hacer frente al déficit.
