LONDRES, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno australiano ha lanzado una campaña con la que se prevé sacrificar a numerosos dromedarios salvajes, presentes principalmente en el centro del país, debido a la amenaza para el medioambiente que suponen al comerse los pocos pastos de los desérticos territorios australianos, y a los problemas que plantean para las comunidades aborígenes del país.
Australia, donde los dromedarios fueron introducidos en 1840 como bestias de carga, cuentan en la actualidad como una población de un millón de ejemplares que pueden comerse hasta el 80% de la vegetación de una zona, privando a la fauna salvaje del lugar de alimento y perturbando el ecosistema.
Asimismo, estos dromedarios salvajes perjudican a las comunidades aborígenes en su búsqueda de agua, puesto que rompen tuberías. Estos animales tiene una importante capacidad reproductiva, puesto que duplican su población cada ocho o nueve años, de ahí la preocupación tanto de las autoridades australianas como de los grupos ecologistas.
Así las cosas, según informa la prensa local, el Gobierno ha aprobado una partida de 19 millones de dólares australianos (casi 11 millones de euros) para controlar a los dromedarios, dentro de una partida mayor de 400 millones para financiar proyectos de agricultura sostenible y medioambientales.
Según ha explicado el ministro de Medio Ambiente, Peter Garrett, el problema de los dromedarios en Australia Central debe ser abordado. "Esta será la inversión más relevante para abordar este problema, que se ha vuelto cada vez más crítico en los últimos años", afirmó.
"Sabemos que los dromedarios asilvestrados están provocando gran cantidad de daños en algunos partes del país" y suponen "una gran amenaza para las plantas y animáles autóctonos y una gran amenaza para los lugares culturales aborígenes", añadió, precisando que una parte de estos fondos se empleará para sacrificar a los dromedarios.
Según informa hoy el diario británico 'The Independent', una de las opciones que se barajan consiste en disparar a los dromedarios desde el aire, método que los expertos ven como el más efectivo y humano para sacrificar a estos animales. Sin embargo, el sacrificio no es barato, ya que se estima que sacrificar costaría unas 50 libras (57,65 euros), y aunque se sacrificaran 80.000 ejemplares al año, esto no frenaría su reproducción.
Los fondos gubernamentales se ejecutarán en cuatro años y se repartirán entre los estados de Queensland, Australia Sur, Australia Occidental y Territorio del Norte, donde la población de dromedarios ocupa más de 3,3 millones de kilómetros cuadrados de tierra.
