VIENA, 26 Ago. (EP/AP) -
Las pruebas de ADN del hombre que mantuvo secuestrada durante ocho años a una niña en un sótano de su casa han mostrado que Wofgang Priklopil no participó en otros crímenes, informó hoy la Policía austríaca.
Erich Zwettler, de la Oficina de Investigaciones Criminales de Austria, dijo que el material genético tomado a Priklopil, que murió el pasado miércoles tras arrojarse a las vías de un tren en Viena, poco después de que su secuestrada, Natascha Kampusch, escapara, no mostró su relación con otros crímenes de un banco nacional de datos.
Los resultados indican que Priklopil, un electricista austríaco de 44 años, no era buscado en Austria "en vinculación con delito ninguno", explicó Zwettler. Mientras, el teniente general de la Policía, Gerhard Lang, dijo que esto descarta toda posibilidad de que Priklopil hubiese atacado a otras niñas o adolescentes.
Zwettler también señaló que Kampusch, que ha sido alojada en un sitio seguro y no revelado, no ha pedido estar en contacto con sus padres, con los cuales se reunió de manera breve esta semana. Tampoco será interrogada de nuevo al menos antes del lunes. "Necesita descansar de manera urgente", indicó.
Kampusch, ahora con 18 años, tenía apenas 10 cuando fue secuestrada mientras se dirigía a la escuela el 2 de marzo de 1998. La joven relató que logró escaparse cuando su captor se alejó un momento porque no podía hablar por teléfono mientras ella limpiaba su coche con una aspiradora, según informó la Policía ayer viernes.
El hallazgo supone el final de uno de los grandes misterios de la historia policial contemporánea de Austria. Kampusch fue buscada con gran intensidad hasta en la vecina Hungría.
Las autoridades no han confirmado si la niña ha sido violada, pero Zwettler lo admitió indirectamente al declarar: "Sospecho que esta presunción no es equivocada".
El investigador Nikolaus Kock dijo ayer en declaraciones a una emisora de televisión local que tres meses después de la desaparición la Policía llegó hasta la casa del presunto secuestrador, pero que éste tuvo entonces una "sólida coartada".
