VIENA, 17 Ene. (DPA/EP) -
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, ha anunciado una prórroga de dos semanas en el confinamiento impuesto para atajar los contagios de coronavirus, en cifras preocupantes debido a la presencia de la cepa británica, mucho más contagiosa que la original. El fin del confinamiento estaba hasta ahora previsto para el 25 de enero.
Kurz ha indicado el 8 de febrero como fecha objetivo para reabrir los negocios aunque sea con estrictas medidas de seguridad para evitar contagios. Para ello, es necesario que caiga significativamente el número de nuevos contagios diarios, ha advertido el canciller.
Además, se amplían las restricciones: la distancia entre personas pasa de uno a dos metros y es obligatorio el uso de mascarillas FFP2 en comercios y transporte público.
Los colegios también seguirán cerrados y mantendrá la educación a distancia. En las regiones de Viena y Baja Austria los colegios reabrirán el 8 de febrero y el resto de estados federados lo harán el 15 de febrero.
Los estudios realizados al respecto han revelado la presencia relativamente extendida de la variante británica del coronavirus. "Es nuestra responsabilidad tomar las decisiones necesarias aunque estemos ya todos hartos de esto (...). Ya dije en verano que hay una luz al final del túnel. Esa es la mejor noticia", ha apuntado en referencia a la campaña de vacunación en marcha, según recoge la televisión pública ORF.
La líder de la oposición, Pamela Rendi-Wagner, del Partido Socialdemócrata de Austria (SPO), ha manifestado ya su apoyo a las nuevas restricciones. "El número de contagios es demasiado alto. Las mutaciones son un violento acelerador de la propagación del virus", ha apuntado Rendi-Wagner en un mensaje difundido por redes sociales.
Austria acumula 393.778 contagios y 7.082 muertes desde el inicio de la pandemia y en los últimos días ha registrado en torno a 1.500-2.000 contagios diarios, lejos del pico de la segunda ola de noviembre, cuando se registraron más de 5.000 casos diarios.
