Austria.- Viena acatará la sentencia que obliga a devolver cinco obras de Klimt a una mujer judía de EEUU

Actualizado: martes, 17 enero 2006 21:27

VIENA, 17 Ene. (EP/AP) -

La ministra de Cultura austriaca, Elizabeth Gehrer, afirmó hoy que acatará la decisión judicial que obliga al país a devolver cinco valiosas obras de Gustav Klimt a Maria Altmann, una mujer judía en California que sostiene que le fueron robadas a su familia por los nazis.

Altmann, de 89 años, es una de las herederas de la familia a la que pertenecían los cuadros antes de que los nazis ocuparon Austria en 1938. Lleva luchando desde hace siete años para recuperar la propiedad de las obras que han estado expuestas desde hace décadas en el castillo Belvedere de Viena, incluido un retrato de su tía, 'Adele Bloch-Bauer I', que es uno de los trabajos más conocidos y valorados de Klimt. El valor de los cuadros se estima en torno a los 125 millones de euros.

La sentencia de ayer del tribunal de arbitraje, hecha pública ayer, no es legalmente vinculante ambas partes habían afirmado que acatarían la decisión del tribunal.

El país considera estos cuadros como parte de su identidad nacional, ya que Klimt es un verdadero icono de Austria, de modo que su devolución, aunque dolorosa, se enmarca en sus intentos de demostrar que el país está preparado para cumplir con todas las reclamaciones de restitución que emanan de los errores cometidos durante la época nazi.

La decisión de entregar las obras significará la concesión más costosa que haga Austria desde que comenzó a devolver objetos valiosos de arte que fueron saqueados por los nazis.

Pero para los amantes de Klimt, por lo menos una de las pinturas en disputa, precisamente el retrato al óleo con incrustaciones de oro de "Adele Bloch-Bauer I" tiene un valor incalculable.

Altmann es la sobrina de Bloch-Bauer, que falleció en 1925. La familia de Bloch-Bauer contrató a Klimt para que pintara el famoso retrato, el cual, junto con las demás obras, le pertenecía.

Tras la muerte de Bloch-Bauer, las pinturas permanecieron en posesión de la familia. Su esposo huyó a Suiza tras la ocupación de los nazis. Posteriormente, los nazis se apropiaron de los cuadros, y una galería en el Belvedere fue establecida como su dueña.

Jane Kallir, codirectora de la Galería St. Etienne de Nueva York, que llevó a Klimt a Estados Unidos por primera vez en 1959, describió el retrato de 1907 como "de un valor literalmente incalculable".

El abogado de Altmann, E. Randol Schoenberg, dijo que es demasiado pronto para saber qué sucederá con las obras. Maria Altmann tiene cuatro hermanos que también son herederos que reclaman las obras.

TAL VEZ SE QUEDEN EN AUSTRIA

Altmann sugirió que está dispuesta a hacer ciertas concesiones, incluso dijo a la emisora estatal ORF que quería que el famoso retrato de su tía y uno menos conocido se quedaran en Austria.

"Con toda franqueza, tenía un buen presentimiento en los últimos días. Me había sentido optimista pensando que las cosas iba a ir bien", comentó Altmann, al ser contactada por AP en su residencia de Los Angeles. "Me emociona que haya llegado a su fin".

En este caso, los abogados del Gobierno austriaco argumentaron que la tía de Altmann quería donar las obras a la galería. Ambos lados comenzaron a tratar el caso en marzo, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos resolviera que Altmann, una operadora de tienda boutique retirada que reside en Beverly Hills, podía demandar al gobierno de Austria.

En Viena residían unos 200.000 judíos antes de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente residen aproximadamente 7.000. Una ley de 1998 obligó a los museos austriacos a revisar sus activos para buscar obras que pudieran proceder del expolio nazi de buenes judíos.