RAMALA (CISJORDANIA), 20 Feb. (Reuters/EP) -
La Autoridad Palestina ya no aceptará el dinero procedente de los impuestos recaudados en su nombre por el Gobierno de Israel, después de que este recortase dichos fondos como represalia por el apoyo brindado a las familias de supuestos milicianos.
Las autoridades israelíes recaudan impuestos en Cisjordania y la Franja de Gaza y abonan el dinero a la Autoridad Palestina, que recibe unos 222 millones de dólares al mes por este concepto.
El Ministerio de Finanzas israelí ha cifrado la última recaudación en 700 millones de shekels (193 millones de dólares), de los cuales enviaría a la Autoridad Palestina unos 600 millones de shekels tras descontar los pagos correspondientes a suministro eléctrico, agua, saneamiento y servicios médicos.
Sin embargo, a ello se sumaría un 5 por ciento adicional por el dinero que la Administración que dirige Mahmud Abbas entrega a familiares de palestinos abatidos o detenidos por Israel. Abbas advirtió el martes de que seguirá efectuando dichos pagos en lugar de aceptar un traspaso parcial del dinero.
"Rechazamos los impuestos, no los queremos", zanjó Abbas. "Francamente, si nos quedamos solo con 20 o 30 millones de shekels, que es la suma pagada a las familias de los mártires, se lo seguiríamos pagando a estas familias", afirmó el dirigente palestino.
Estados Unidos también aprobó en 2018 una ley para reducir drásticamente la ayuda a los palestinos si no ponían fin a las ayudas y, en enero de 2019, el Gobierno de Abbas rechazó unos 60 millones de dólares de contribuciones norteamericanas a sus fuerzas de seguridad por el temor a que pudiesen abrir la vía a procesamientos judiciales.
