DUBAI, 4 Jul. (Reuters/EP) -
Las autoridades kuwaitíes han asegurado este viernes que tomarán todas las medidas necesarias contra "cualquier evidencia de disturbios y violencia" tras la dispersión, por parte de la Policía, de decenas de manifestantes que han arrojado piedras, quemado neumáticos y bloqueado calles.
"Una multitud de agitadores han organizado una asamblea no autorizada la pasada noche que violaba las leyes que prohíben este tipo de concentraciones", ha dicho el ministro del Interior de Kuwait, Mohamad Al Jalid Al Sabah.
Decenas de personas han participado en una manifestación que pedía la liberación del político Musalam al Barrak, que fue detenido por supuestamente haber insultado a la judicatura del país, según han informado medios kuwaitíes. Trece personas han sido detenidas por los disturbios provocados durante las marchas.
Barrak, que tiene el apoyo de varias tribus poderosas, fue condenado a prisión por insultar al emir en 2013 pero tras las protestas derivadas de su arresto, fue absuelto.
"A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad para que la multitud cesase sus actos ilegales e irresponsables, se continuaron reuniendo, bloquearon las principales calles de la ciudad y comenzaron a tirar piedras a la Policía", ha asegurado Al Jalid.
"El Ministerio del Interior se enfrentará firmemente a cualquier signo de violencia, disturbios e incitación. Así se conseguirá salvaguardar la seguridad de la nación y de los ciudadanos", ha añadido.
GASES LACRIMÓGENOS Y GRANADAS DE ATURDIMIENTO
La web de noticias Alaan, ha mostrado fotos de manifestantes heridos y ha dicho que la Policía usó un cañon de agua y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. El diario kuwaití 'Al Rai' ha informado de que la Policía usó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para disolver otra protesta el miércoles.
El descontento en Kuwait comenzó en 2012 tras el cambio de la ley electoral previo a la celebración de unas elecciones parlamentarias, realizado por el Gobierno del emir, jeque Sabah al Ahmed al Sabah.
Al Barrak y otros grupos de oposición han asegurado que las medidas han sido tomadas para arrebatarles la mayoría y boicotear las elecciones.
Aunque Kuwait disfruta de una mayor libertad política que sus vecinos de Golfo, las manifestaciones no autorizadas y que reúnen a más de 20 personas están prohibidas en el país.
