BAGDAD, 17 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno que encabeza el chií Nuri al Maliki en Irak ha responsabilizado a Arabia Saudí, el reino mayoritariamente suní, de promover el "genocidio" en Irak por su respaldo a los milicianos suníes, en una declaración que podría exacerbar aún más la polarización sectaria en Oriente Próximo.
Irak se ha visto sorprendido por un avance relámpago por parte de milicianos suníes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) que la semana pasada tomaron Mosul, la segunda ciudad del país, y desde entonces han seguido avanzando hacia Bagdad tomando otras localidades.
Arabia Saudí financia y abastece a los rebeldes suníes en la vecina Siria pero niega estar detrás del ISIS. Sin embargo, Bagdad le responsabiliza de los grupos milicianos suníes activos en la región.
"Les consideramos responsables de apoyar a estos grupos y moralmente y del resultado de ello, lo que incluye crímenes que podrían considerarse como genocidio: el derramamiento de sangre iraquí, la destrucción de las instituciones del Estado iraquí y de lugares históricos y religiosos", ha afirmado el Gobierno iraquí en su comunicado.
