MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, han expresado este martes su "gran preocupación" por la escalada de violencia en la región sudanesa de Dafur, que se ha saldado con alrededor de 50.000 desplazados y varias localidades arrasadas.
En los últimos días, miles de personas han huido de los enfrentamientos intercomunitarios y han buscado refugio en el campamento de la Misión Híbrida de la Unión Africana y la ONU en Darfur (UNAMID) en Saraf Umra, ubicado en Darfur del Norte.
"El secretario general pide a todas las partes que cesen inmediatamente las hostilidades y negocien un acuerdo pacífico para estos conflictos", ha dicho el portavoz de Ban, Martin Nesirky, a través de un comunicado.
Ban ha solicitado también al Gobierno de Sudán y a las partes en conflicto que cooperen con la UNAMID y las organizaciones humanitarias "para garantizar su acceso a las áreas de conflicto para garantizar la protección de los civiles y la entrega de ayuda a quienes la necesiten".
Por su parte, Pillay ha denunciado un "desproporcionado" uso de la fuerza por parte de los grupos armados contra zonas que no son objetivos militares, al tiempo que ha pedido el fin de los ataques contra los civiles.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) ha sostenido que, según testigos, estos grupos han atacado más de 45 poblaciones en el área de Um Gunya, ubicada a unos 50 kilómetros de Nyala, capital del estado de Darfur del Sur.
"Pido a las autoridades que protejan a los civiles y hagan que los responsables de las graves violaciones de Derechos Humanos rindan cuentas", ha apuntado Pillay, quien ha destacado que miles de desplazados están llegando a los campamentos de Kalma y Al Salam --cerca de Nyala--, que ya acogían a alrededor de 200.000 desplazados antes del estallido de los últimos enfrentamientos.
