DACCA/RANGÚN, 15 Abr. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Bangladesh y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados el domingo han asegurado que no tienen nada que ver con la repatriación ayer de una familia de la perseguida minoría rohingya a Birmania, en lo que las autoridades bangladeshíes han descrito como un "acto de propaganda" del Gobierno birmano para evadir las acusaciones de limpieza étnica.
Abul Kalam, el comisionado de Repatriación y Socorro de Refugiados del gobierno de Bangladesh, sí confirmó que una familia de cinco personas que se encontraba en el área de Konarpara en tierra de nadie entre los dos países había vuelto al territorio birmano, pero ha asegurado que este traslado no tenía nada que ver con el acuerdo general de repatriación negociado con Birmania.
ACNUR ha hecho saber este domingo que no tenía conocimiento directo de este caso y que no fue consultado ni involucrado en este informe. "Esto no es de ninguna manera una repatriación, sino que es propaganda", ha declarado a Reuters el responsable bangladeshí.
Los gobiernos de Birmania y Bangladesh acordaron en enero completar la repatriación voluntaria de los refugiados en dos años, usando para ello dos centros de recepción y un campamento temporal cerca de la frontera del estado de Rajine, el hogar de los rohingya.
"Cinco miembros de una familia musulmana han llegado esta mañana al centro de recepción de Taungpyoletwea en el estado de Rajine", confirmó en un comunicado el Gobierno birmano. ACNUR ha avisado de que Birmania no está preparada todavía para asumir la repatriación por la inseguridad reinante.
Los miembros de la familia fueron examinados por funcionarios del Ministerio de Salud y de Inmigración y el Ministerio de Asistencia Social, Socorro y Reasentamiento, que les proporcionó "arroz, mosquiteras, mantas, camisetas, ropa y utensilios de cocina".
