MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la región semiautónoma iraquí del Kurdistán, Masud Barzani, ha expresado su rechazo a reunirse con el presidente estadounidense, Barack Obama, hasta que Washington elimine a los dos principales partidos kurdos de su lista de organizaciones terroristas.
Así, el director del departamento de Relaciones Exteriores del Gobierno regional, Falá Mustafá, ha comunicado a la Embajada estadounidense en la localidad de Irbil que el Partido Democrático del Kurdistán (KDP) y la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) han de ver cambiado su estatus de cara a que Barzani acepte la invitación de Obama.
El KDP y la PUK fueron incluidas en 2001 en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos. Barzani, actual líder del KDP y antiguo líder guerrillero en la resistencia armada contra el Gobierno de Sadam Hussein, canceló su visita a Washington el 27 de enero, lo que desató una serie de especulaciones en torno a los motivos.
En declaraciones concedidas al diario británico 'The Guardian', Mustafá ha indicado que él personalmente ha presionado para lograr que el KDP y la PUK sean excluidas de la lista, cuya inclusión ha tildado de "injusta y dañina psicológicamente para la gente de la región".
"Cuando fue enviada la invitación (en enero), hablé con el embajador (estadounidense) y le dije que el presidente (Barzani) no visitaría Estados Unidos hasta que esto se solucionara", ha sostenido.
"Les escribí el año pasado y se nos prometió desde los más altos niveles que se alcanzaría una solución. No lo ha sido, y es la única razón por la que Barzani no fue a Estados Unidos, y no lo hará hasta que se solucione", ha reiterado.
Asimismo, Mustafá ha dicho que los kurdos iraquíes son uno de los pocos grupos de Oriente Próximo que aprecian los sacrificios de las tropas estadounidenses para derrocar a Hussein, ya que, tras la misma, adquirieron el grado de autonomía del que disfrutan en la actualidad.
"Estados Unidos no sufrió una sola baja aquí, en una región dominada por el KDP y la PUK, a los que consideran terroristas. Hay que preguntar al Gobierno y el Congreso estadounidense si esto puede seguir así. Está mal, es injusto y ha de ser remediado", ha remachado.
