BEIRUT, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades libanesas han eliminado los controles de seguridad que durante años han protegido la zona centro de la capital y que limitan el acceso a las inmediaciones del Parlamento, en un aparente intento por revivir la economía local y afianzar la estabilidad política.
Las fuerzas de seguridad han retirado las barreras de metal y los bolardos que protegían todos los accesos al barrio de Place d'Etoile y que llevaron a gran parte de los comercios y restaurantes de la zona a bajar la persiana ante la falta de actividad, especialmente a raíz de que los controles se intensificasen tras las protestas de 2015.
La plaza más céntrica acogió el domingo por la noche por primera vez a una multitud que celebró con fuegos artificiales, música y bailes la llegada del nuevo año y este miércoles el presidente del Parlamento, Nabih Berri, ha confirmado el fin del cordón.
"Muchas veces hemos pensado en cerrar, pero dijimos 'no, quizás las cosas mejoren'", ha contado Zeina Hasbini, responsable de una tienda de chocolate aledaña a la plaza. Tanto ella como su hijo, que gestiona un ultramarinos en el local de al lado, esperan que los cambios favorezcan al pequeño negocio.
El Petit Cafe de la Place d'Etoile reabrió a mediados de 2017, después de cerrar sus puertas tras el inicio de la guerra en Siria. El responsable del restaurante, Muhamad Faris, ha explicado que "dejó de haber turistas o personas procedentes de los países del Golfo", pero ahora espera que la zona "pueda florecer de nuevo".
Este repunte también depende de que se mantenga la frágil estabilidad política, que se tambaleó en noviembre con la inesperada dimisión del primer ministro, Saad Hariri. El jefe de Gobierno retiró su anuncio tras regresar desde Arabia Saudí a Líbano y el Ejecutivo ha retomado sus actividades con aparente normalidad.
