Actualizado: miércoles, 16 abril 2008 22:47
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   MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Papa Benedicto XVI y el presidente de Estados Unidos, George Bush, dedicaron  ayer gran parte de su encuentro privado en el 'Despacho Oval' a hablar sobre Oriente Próximo, según informaron, a través de un comunicado conjunto, la Santa Sede y la Presidencia de Estados Unidos.

   Discutieron, en gran medida, sobre la situación del conflicto palestino-israelí, su apoyo a la soberanía e independencia de Líbano, la situación de Irak y, en particular, sobre la precariedad de las comunidades cristianas en la región. Ambos mandatarios mostraron "su esperanza en el fin de la violencia y en una pronta solución a las crisis que afectan a la región".

   También consideraron la situación en América Latina, con especial atención a los inmigrantes y a la necesidad de "políticas conjuntas" que se preocupen por la inmigración, especialmente, en el trato humano y a sus familias.

   Además de sobre estos temas, Benedicto XVI y George Bush discutieron sobre muchos otros de común interés, incluidas las consideraciones morales y religiosas en las que ambas partes están comprometidas: el respeto por la dignidad de la persona; la defensa y promoción de la vida, el matrimonio y la familia; la educación; los Derechos Humanos y la libertad religiosa y el desarrollo contra la pobreza y las enfermedades, en especial, en África.

   También mostraron su total rechazo al terrorismo como "la manipulación de la religión para justificar actos violentos e inmorales contra inocentes". Así, vieron "la necesidad" de enfrentarse al terrorismo con "los medios apropiados que respeten a la persona humana y sus derechos".

   Anteriormente, y en una ceremonia pública con el propio Bush a la que asistieron 9.000 personas, Benedicto XVI manifestó que la religión y la moralidad son "soportes indispensables" para la prosperidad política.