ROMA, 15 Dic. (EUROPA PRESS/Gloria Moreno) -
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, se despertó a las 6.30 horas y lo primero que hizo fue leer la prensa, después de pasar su segunda noche en el Hospital San Raffaele de Milán (norte).
Según explicó el subsecretario del Gobierno, Paolo Bonaiuti, en declaraciones a la Rai (televisión pública italiana), Berlusconi pasó una noche mejor que la anterior, en la que había tenido fuertes dolores de cabeza como consecuencia de la agresión que sufrió el domingo por la tarde, cuando un desequilibrado mental le golpeó con un objeto contundente en plena cara.
Bonaiuti, que teme que episodios como el de este fin de semana se repitan, aseguró que, aun con todo, la lucha para mantener a Berlusconi alejado de la gente será "titánica", ya que el 'premier' "es una persona que se encuentra bien en medio de la gente". De hecho, en parte, "ésta es la clave de su éxito personal y de su carisma", aseguró el portavoz.
Mientras Berlusconi se recupera de sus heridas por segundo día consecutivo, los médicos darán a conocer su último parte en las próximas horas y, entre otras cosas, comunicarán si le dan el alta o no.
Por su parte, Massimo Tartaglia, el agresor, volverá a ser interrogado en las próximas horas. El hombre, que padece una perturbación mental, pidió perdón ayer a Berlusconi a través de una misiva, en la que calificó su acto de "cobarde".
