MINSK, 14 Ene. (EP/AP) -
Los bielorrusos emitieron su voto hoy domingo en elecciones locales vistas como una prueba para el aislado régimen de la ex república soviética después de una enconada disputa con su vecina Rusia y que podría tener repercusiones dolorosas.
Líderes de la oposición, uno de las cuales se retiró de la contienda electoral alegando que no podía competir en igualdad de términos, dijo que las elecciones se realizaron bajo un estricto control del gobierno y pronosticó un fraude generalizado.
Pero las urnas, aun así, representaban una rara oportunidad para la oposición para comunicarse directamente con el electorado. Bajo el mandato férreo del presidente Alexander Lukashenko, la televisión está bajo el control del estado y se permite la existencia de pocos medios independientes.
Cerca de 7 millones de votantes tenían la opción de participar en los comicios de 1.581 concejos. La participación ciudadana hasta las 17.00 horas (hora local española), dos horas antes que cerraran las urnas, se mantenía alrededor del 70%, informó la comisión electoral.
Lukashenko arremetió contra Rusia, quien se ha vuelto un blanco de las televisoras controladas por el estado, en lo que parece ser un esfuerzo por fortalecer su imagen entre los bielorrusos.
"Pensaron que podrían poner un nudo corredizo alrededor del cuello de Lukashenko y obtener todo lo que quisieran. No funcionó", expresó mientras votaba en una urna en Minsk, la capital.
El presidente bielorruso reiteró su negativa ante una oferta del Kremlin para incorporar a Bielorrusia a Rusia, diciendo: "No deseo entregar nuestra soberanía o independencia".
El principal líder de oposición, Alexander Milinkevich, sugirió que las elecciones locales no reflejaban con precisión la opinión pública, sosteniendo que eran realizadas "bajo presión colosal de las autoridades" y cuyos resultados serían alterados.
Pero dijo que la oposición usaría las elecciones para contar a los votantes sobre "la peligrosa situación en la que Lukashenko ha colocado a Bielorrusia".
Rusia recientemente levantó un bloqueo de 72 horas a los suminstros de petróleo a Bielorrusia y también interrumpió sus abastos a Europa.
El estilo soviético de Bielorrusia, con una economía controlada por el estado que durante largo tiempo ha dependido de la energía económica barata de Rusia, y lo cual ha sido capitalizado por Lukashenko para apuntalar su popularidad durante los casi 13 años que ha permanecido en el poder.
