KUALA LUMPUR, 8 Ene. (EP/AP) -
El enviado especial de la ONU a Birmania, Razali Ismail, confirmó hoy su dimisión, expresando su frustración por la negativa de la Junta Militar que Gobierna el país asiático a reconciliarse con la líder de la oposición democrática Aung San Suu Kyi, que permanece en arresto domiciliario.
Razali, diplomático malasio, dijo que el contrato con la ONU finalizó el 3 de enero y decidió no renovarlo por la actitud de la Junta birmana, que le ha mantenido alejado del país durante dos años. "No se me ha permitido regresar en 23 meses", dijo. "No hay justificación para seguir".
Sin embargo, alertó a la ONU de que debe seguir comprometida con Birmania y "encontrar a alguien que sea mejor aceptado por el Gobierno birmano".
Razali criticó al Gobierno militar por no "abrirse" en su compromiso con la democracia. "Mi marcha no va a traer ningún cambio en el proceso democrático. Eso depende de cómo la junta ve las cosas", declaró.
En Yangon, el portavoz del parido de Suu Kyi (NLD), U Lwin agradeció los esfuerzos de Razali a pesar de que no hayan dado los resultados esperados. Razali es "un amigo cercano que ha tratado de dar lo mejor por el bien del país. Tenía una tarea difícil pero ha hecho lo mejor que ha podido en su tarea como mediador", dijo U Lwin.
