Birmania.- La Junta restaura la libertad de reunión, da por concluido el toque de queda y pide reunirse con Suu Kyi

Actualizado: sábado, 20 octubre 2007 19:16

RANGÚN, 20 Oct. (EP/AP) -

La Junta Militar birmana puso hoy punto y final al toque de queda impuesto sobre la ciudad de Rangún, y ha restaurado la libertad de reunión. Junto a la declaración emitida hoy por su órgano portavoz en la que declara su intención de reunirse con la activista Aung San Suu Kyi, parece que el régimen está aflojando la presión ejercida sobre los opositores pro democráticos, severamente reprimidos desde finales del mes pasado.

El mensaje desde los megáfonos instalados en vehículos militares, anunciaba hoy el levantamiento del toque de queda, por lo que ahora los ciudadanos podrán pasear libremente por las calles de la ciudad más importante del país, desde las nueve de la noche a las cinco de la mañana, horario anteriormente restringido. Se desconoce si el fin de las restricciones se aplicará también en la prominente ciudad de Mandalay, escenario también de las protestas.

Además, el órgano portavoz de la Junta Militar birmana, el diario 'The New Light of Myanmar' ha solicitado hoy a la activista pro democrática Aung San Suu Kyi que inicie un proceso negociador con el régimen y que demuestre "cierta forma de compromiso" en "interés de todas las partes".

Suu Kyi, que permanece bajo arresto domiciliario en Rangún, es considerado el símbolo de la oposición contra la Junta Militar que llegó al poder a finales de la pasada década de los 80. Las protestas de las últimas semanas, encabezadas por los monjes budistas y severamente reprimidas por el Ejército, han vuelto a poner de relieve su importancia dentro de la sociedad del país.

Así, en su editorial de hoy, el diario insta a la activista a entablar negociaciones de cara a un posible proceso de reconciliación nacional. El medio se hace así eco del anuncio oficial, hecho público a principios de mes, de que el líder de la Junta, el general Than Shwe, estaba dispuesto a reunirse con la opositora a cambio de ciertas concesiones, entre ellas, que Suu Kyi se comprometa a rechazar las sanciones internacionales impuestas contra el régimen birmano.

"Estamos cansados de ver cómo la situación se encuentra en jaque desde hace tanto tiempo, considerando que es imposible que sigamos así para siempre", afirma el editorial. "Debería haber compromisos. Si una parte hace una concesión, la otra debería hacer lo mismo", dado que "la situación empeorará si ambas partes rechazan, con arrogante intransigencia, abandonar su postura". El diario afirmaba que "es hora de que Suu Kyi responda positivamente a la oferta" y demuestre una actitud que "vaya en interés de todos".

Este nuevo editorial llega un día después de el presidente estadounidense, George W. Bush, anunciara nuevas sanciones económicas contra Birmania con las que castigar a la Junta y a sus seguidores por las violentas medidas emprendidas contra los manifestantes pro democráticos.

Así, ordenó al Departamento del Tesoro congelar los activos de miembros del régimen militar y pidió que sean más estrictos los controles sobre las exportaciones estadounidenses a Birmania. Asimismo, el presidente estadounidense instó a los Gobiernos de China e India a ejercer una mayor presión sobre el país del sudeste asiático.

Desde la Casa Blanca, Bush recordó que los monjes budistas que iniciaron las protestas fueron "golpeados y asesinados" y que "miles de manifestantes pro democráticos fueron detenidos". "El régimen birmano continúa desafiando las peticiones justas internacionales para detener su persecución atroz", denunció Bush.

El pasado mes, decenas de miles de personas salieron a las calles para manifestarse en lo que inicialmente eran protestas por la enorme subida de los precios de los combustibles, pero que más tarde se convirtió en la mayor demostración contra el Gobierno en décadas. La Junta Militar reconoció la muerte de diez personas cuando el Ejército abrió fuego contra los manifestantes para dispersar las concentraciones. Sin embargo, fuentes diplomáticas y disidentes hablan de un balance mucho mayor de fallecidos.