Bush: "Nos iremos de Irak cuando lo digan los generales, no las encuestas"

Actualizado: jueves, 12 julio 2007 22:34


WASHINGTON/MADRID, 12 Jul. (OTR/PRESS) -

"Creo que deberíamos tener éxito en Irak y sé que debemos tenerlo". Con estas palabras, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dejó bien claro a los medios de comunicación y a los ciudadanos norteamericanos que las tropas seguirán desplegadas en el país mesopotámico el tiempo que haga falta. "La retirada de las tropas de Irak es un objetivo que comparten todos los estadounidenses", remarcó, antes de insistir que: "nos iremos de Irak cuando lo digan los generales, no las encuestas". Mientras, la Casa Blanca hizo público un informe en el que se ponen de manifiesto los errores y escasos avances logrados en Irak.

En ese documento, la Administración Bush vierte duras críticas sobre Irán y Siria. Al Gobierno de Damasco por seguir alimentando una red que suple con entre 50 y 80 suicidas a los terroristas de Al Qaeda en Irak, y al Ejecutivo de Teherán por continuar financiando y armando a los grupos insurgentes del país mesopotámico, fundamentalmente, a las guerrillas chiíes. De hecho, Bush no olvidó en su discurso volver a advertir sobre los peligros de Irán "que quiere dotarse de armas nucleares y que ha amenazado con borrar del mapa a Israel".

El informe menciona hasta seis puntos negativos en la evolución de Irak desde la invasión desde marzo de 2003: promulgar e implementar la legislación necesaria para acabar con el movimiento baazista en el país; asegurar legislativamente el reparto igualitario de los recursos naturales del país, especialmente el petróleo, entre las diferentes etnias; separar el poder militar del político para que el Ejército iraquí sea capaz de acabar con los extremistas, sin hacer distinciones; aumentar el número de las Fuerzas de Seguridad y garantizar que pueden mantener la Ley; y eliminar las injerencias de la clase política en la clase militar.

Como puntos poco satisfactorios, pero que pueden ser vistos como ligeros progresos están la reducción de la violencia sectaria y la construcción de una estructura estatal en Irak. Precisamente por estos logros, y por los siete puntos satisfactorios que incluye el informe -la mayoría de ellos referidos a avances legislativos- Bush se mostró contundente a la hora de defender la prevalencia de las tropas en Irak. "Cuando empecemos a retirar a nuestras tropas de Irak, será porque nuestros generales informan de que la situación sobre el terreno es apropiada, no porque las encuestas digan que será un buen momento político", proclamó.

UN PELIGRO PARA EL MUNDO

En la rueda de prensa, convocada 'ex profeso' para comentar el informe de la Casa Blanca, Bush volvió a mostrarse optimista respecto a una hipotética 'victoria' estadounidense en Irak, pues, según argumentó, el "debate de fondo" ahora no es si las tropas se retiran o se quedan más tiempo en el país mesopotámico, sino entre "quienes piensan que la lucha está perdida o no merece la pena" y quienes piensan que "la batalla se puede y se debe ganar". A juicio del presidente estadounidense, retirarse de Irak sería "peligroso para Irak, para Oriente Próximo, para Estados Unidos y para el mundo".

En este sentido, Bush consideró que dejar Irak sin el Ejército estadounidense como apoyo a las Fuerzas de Seguridad nacionales supondría crear un "santuario de Al Qaeda" en la zona capaz de provocar "muertes masivas" y que, dentro de un tiempo las tropas norteamericanas tengan que regresar para enfrentarse a un "enemigo más fuerte y peligroso". Así, Bush defendió que la única salida actualmente es "incrementar la presión militar", para lo que defendió de nuevo su plan de enviar miles de nuevos soldados a la región, cuyos últimos efectivos llegaron en las últimas semanas, asegurando que "el despliegue completo sólo acaba de empezar".