Bush reconoce que será el próximo presidente de EEUU quien deba decidir cuándo retirar las tropas de Irak

Actualizado: martes, 21 marzo 2006 20:22


NUEVA YORK, 21 Mar. (EUROPA PRESS/Carlos López) -

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció hoy en una intervención ante la prensa que deberá ser el futuro jefe de Estado norteamericano quien decida la fecha de retirada de las tropas de territorio iraquí, de lo que se deduce que no existe actualmente ningún plan para sacar al Ejército de Irak antes de 2008 en un momento en el que la violencia sectaria eleva las probabilidades de guerra civil y hace deseable para Washington abrir conversaciones con Teherán sobre esta materia.

La decisión de retirar las tropas "es, por supuesto, un objetivo y será decidido por futuros presidentes y futuros gobiernos de Irak", aseguró el presidente estadounidense durante su intervención de hoy, lo que hace prever que no haya retirada antes de 2008. Bush reiteró sus anteriores mensajes y subrayó que, no obstante, la retirada de las tropas será decidida por el mando militar en la región y no desde Washington.

El jefe de Estado norteamericano reiteró su mensaje de que la estrategia en Irak funciona y quiso dejar claro que el país no se precipita hacia una guerra civil, asegurando que disentía de las declaraciones realizadas por el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, quien afirmó que Irak ya estaba en una guerra civil. "Hay otras voces desde Irak (...) Hay violencia, violencia sectaria pero los iraquíes decidieron no ir a una guerra civil", afirmó Bush.

No obstante, el aumento de la tensión en Irak ha empujado a Washington a intensificar sus contactos diplomáticos con Irán, país con el que el presidente Bush expresó su deseo de iniciar conversaciones para dejar claro al Gobierno de Teherán que un intento de diseminar la violencia en Irak no será aceptada por Estados Unidos. "Es una manera de señalar que es bueno y malo en sus actividades dentro de Irak", destacó el presidente Bush.

DEFENSA DE LA PRESENCIA EN IRAK

El presidente estadounidense defendió su gestión de la política en Irak y defendió también a su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, descartando su dimisión ya que, en su opinión, realizó un "buen trabajo" pese a que "los planes parecen mejores en el papel que cuando se choca en el terreno con el enemigo". Para Bush, si no hubiera un posibilidad real de vencer en Irak no tendría allí a los soldados ya que "nadie desea la guerra al crear un sentimiento de incertidumbre en el país.

La última encuesta publicada por Gallup revela que entre los americanos continúa creciendo el pesimismo sobre el futuro de la guerra en Irak. De hecho, el 41% de los encuestados aseguró que la victoria de Estados Unidos en Irak es poco probable o descartable, mientras que la misma encuesta realizada en 2003 situaba esta tendencia de opinión en el 4%.