LONDRES, 10 Nov. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, ha aclarado este lunes que no quiere otra Guerra Fría con Rusia, pero ha advertido de que apoyará un endurecimiento de las sanciones contra el Kremlin, si persiste su injerencia en el conflicto de Ucrania.
"No es un resultado que consideremos inevitable, ni siquiera lo consideramos", ha dicho Cameron, en alusión a las declaraciones del ex líder soviético Mijail Gorbachv, que la semana pasada advirtió de que otra Guerra Fría era posible.
"Y así vamos a transmitírselo al presidente ruso, Vladimir Putin, en Brisbane la próxima semana", ha apuntado, refiriéndose a la cumbre del G-20 que tendrá lugar entre el 15 y el 16 de noviembre en esta ciudad australiana.
No obstante, el 'premier' ha insistido en que "las acciones rusas suponen un grave peligro para el resto de Europa". "No necesitamos recordar cuáles son las consecuencias de mirar a otro lado cuando los grandes países europeos intimidan a los pequeños", ha indicado.
Así, ha advertido de que, "si Rusia continúa por este camino, tendremos que seguir aumentando la presión" con nuevas sanciones. "Y las relaciones de Rusia con el resto del mundo serán radicalmente diferentes en el futuro", ha augurado.
Cameron ha hecho estas declaraciones ante el aumento de los combates en el este de Ucrania, a pesar del acuerdo de alto el fuego suscrito el pasado 5 de septiembre en Minsk, y las especulaciones sobre la entrada de más efectivos y equipos militares rusos en el país vecino.
