WASHINGTON, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Casa Blanca ha solicitado este jueves al presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y su antiguo 'número dos' Riek Machar que firmen "inmediatamente" un cese de las hostilidades, tal y como ha sido acordado por la Autoridad Intergubernamental en Desarrollo (IGAD).
Las conversaciones de paz entabladas por el Gobierno de Sudán del Sur y los rebeldes afines a Machar se estancaron el miércoles por la falta de acuerdo entre las partes debido a la situación de once personas detenidas por su supuesta implicación en un golpe de Estado fallido desarticulado en diciembre.
Más de mil personas han muerto desde que estalló la violencia, a mediados del mes pasado. Representantes del Gobierno y de los rebeldes leales a Machar mantuvieron el martes su primer encuentro directo en la capital de Etiopía, Addis Abeba.
El Ejecutivo se ha negado a una de las principales peticiones de los rebeldes, la excarcelación de once detenidos por su supuesta participación en el golpe. El Gobierno sursudanés sostiene que no los liberará hasta que no se hayan terminado los procedimientos legales rutinarios.
"Machar, concretamente, ha de comprometerse con el fin de las hostilidades sin condiciones previas. Su insistencia en la liberación de detenidos como condición previa es inaceptable y va contra la voluntad de los propios detenidos, que afirmaron apoyar las conversaciones sobre el cese de hostilidades y subrayaron que su estatus no debe ser un impedimento para alcanzar un acuerdo", ha indicado la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice.
Pese a ello, ha expresado su "decepción" con el hecho de que el Gobierno sursudanés no haya procedido a dichas liberaciones, motivo por el que ha solicitado a Kiir que proceda a excarcelar a los detenidos par que puedan participar en las negociaciones.
"Es obligación de Kiir y Machar garantizar que la vida de su población y el futuro de su joven país no son lastrados por la violencia continua y las atrocidades", ha añadido Rice. Así, ha remachado que "esta crisis ha de acabar rápidamente a través de un acuerdo negociado para evitar una escalada que ni Sudán del Sur, ni la región, ni la comunidad internacional pueden permitirse".
