SANTIAGO, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Chile presentará ante el Congreso el próximo 31 de marzo su proyecto de ley para una nueva reforma fiscal, que vendría a subir del 20 al 25 por ciento los impuestos sobre las empresas, del mismo modo que todavía se está estudiando que las rentas medias contribuyan en menor medida al erario público.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha incluido una serie de propuestas que aún no han encontrado el consenso necesario, como la de rebajar del 40 al 35 por ciento la tasa máxima de impuestos a las personas físicas, que gravaría a las rentas más altas; así como una reducción en las tasas de los combustibles y un mecanismo de estabilización de los precios.
Arenas se ha hecho eco así de las iniciativas presentadas por algunos legisladores, que han defendido la necesidad de compensar a las clases medias, después de las rebajas en hasta un 5 por ciento sobre las empresas y otras personas jurídicas.
El Partido Demócrata Cristiano (PDC) habría sido una de las fuerzas que más habría abogado por esta posibilidad. Al igual que algunos diputados del Partido Socialista (PS), que también se habrían posicionado a favor de esta medida.
Sin embargo, esta propuesta deberá ser analizada en los próximos días, pues, como ha apuntado el diario chileno 'La Tercera', en el seno de la Nueva Mayoría no quieren correr ningún riesgo en relación a la posibilidad de poder ser acusados de favorecer a los sectores más pudientes.
ALGUNOS PUNTOS DE LA REFORMA FISCAL
Arenas se ha mostrado optimista, pues el grueso de la reforma cuenta con el consenso del oficialismo. En ese sentido, el titular de Hacienda ha destacado que el proyecto de ley no solo dispone del beneplácito de diputados y parlamentarios de la coalición, sino también de organizaciones sociales y empresariales, como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
Los puntos de la reforma del Gobierno que hasta ahora han contado con el apoyo del resto de actores políticos y sociales, han sido la subida del 20 al 25 por ciento de los impuestos a la empresas; la eliminación durante cuatro años para su posterior revisión del Fondo de Utilidad Tributaria (FUT), una medida que ha ocasionado graves problemas de evasión de impuestos; el refuerzo de los mecanismos encargados de luchar contra la evasión fiscal; y el Decreto Ley 600 (DL 600), por el cual los inversores foráneos debían solicitar un contrato de inversión extranjera cada vez que introdujeran capitales en Chile.
LAS 50 MEDIDAS DE BACHELET
El portavoz del Gobierno, Álvaro Elizalde, explicó este lunes que la nueva reforma fiscal servirá para financiar el proyecto educativo y el resto de necesidades sociales. "Hace realidad el principio de equidad tributaria", destacó, a la vez que aseguraba que con esta nueva propuesta, los que más tienen, serán quienes contribuyan en mayor medida.
Elizalde comentó que ésta nueva iniciativa del Gobierno está encuadrada en las 50 medidas que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, prometió para los primeros cien días de su mandato. La reforma tributaria acompañará al Congreso al proyecto 'bono marzo', un subsidio social con el cual se inyectará una ayuda económica a más de un millón y medio de familias.
