PEKÍN, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente chino, Hu Jintao, viajó hoy por primera vez a la región autónoma de Xinjiang tras los disturbios del pasado mes de julio, e instó a las autoridades y a las fuerzas de seguridad a trabajar para mantener la estabilidad en la región al tiempo que alertó a los separatistas de que están "condenados al fracaso".
Tras expresar su gratitud a las Fuerzas Armadas y la Policía por su papel en los disturbios de Urumqi el pasado 5 de julio donde chinos de la etnia uigur atacaron a la mayoría han en uno de los episodios más violentos ocurridos en Xinjiang, Hu reveló que conseguir la estabilidad en la zona y garantizar el desarrollo de la región es el objetivo prioritario del Gobierno.
Los enfrentamientos que dejaron un saldo de 197 personas muertas y más de 1.600 heridas estuvieron respaldados por "tres fuerzas", precisó Hu en referencia al terrorismo, separatismo y el extremismo, amenazas "muy presentes en casa", dijo en declaraciones recogidas por el diario oficial 'China Daily'.
"Los separatistas no podrán hacerse con el corazón de las personas por lo que están condenados al fracaso. El continuo sabotaje al pueblo no conseguirá desestabilizar el desarrollo ni las reformas conseguidas en Xinjiang", agregó el presidente chino.
Hu, quien también es secretario general del Comité Central del Partido Comunista, se refirió a la necesidad del crecimiento económico para lo que aludió a las "políticas" que el Gobierno central puso en marcha en zona con el fin de "impulsar el desarrollo efectivo" de dicha región autónoma.
